Si para Historias del Kronen o Mensaka , José Angel Mañas (Madrid, 1971) se inspiró en el mundo de juvenil que le rodeaba, para su séptima novela, Caso Karen , ha recogido sus experiencias de los últimos años en el mundo editorial. El asesinato de una joven escritora de éxito rápido gracias a un premio literario, permite al escritor madrileño alcanzar una madurez literaria que pone al servicio de una trama trepidante, con la que ha encontrado, dice, "el placer de trabajar con las palabras".

Cuando Caso Karen (Destino) apenas había salido de la imprenta, la comidilla en los ambiente literarios madrileños era que el personaje principal se parecía como una gota de agua a Lucía Etxebarría, último premio Planeta. Mañas no quiere pronunciarse abiertamente sobre la cuestión. Su interés fue hacer una novela sobre una escritora de éxito y lograr un "arquetipo" que filtrara las experiencia de estos años como novelista, "con retazos de gente que he conocido".

La vanidad, las apariencias, los fracasados y los efectos del mundo mediático propios del mundo de los creadores, se alían con un coro de personajes que se sienten agredidos por la personalidad de Karen. En una descripción humorística del mundo literario, el finalista del Premio Nadal en 1994, muestra más interés por la psicología de los personajes que por la denuncia del "engranaje y fabricación" de autores y textos que el ambiente editorial convierte en éxitos de gran rentabilidad inmediata pero efímeros como literatura.

Mañas dice que su intención es ser "sintético", y incardinarse con la narrativa que le ofrecen películas como Sospechosos habituales o 21 gramos , en donde el público "se siente inteligente cuando completa el puzle de situaciones y personajes".