El escritor Henning Mankell, que esta semana ha viajado a España para recibir el premio Reina Cristina de Suecia por su contribución a las relaciones culturales entre ambos países, explicó ayer la estrecha relación que mantiene con Africa y habló de la pequeña que le inspiró su nuevo libro, Moriré, pero mi memoria sobrevivirá , que presentará a los medios el próximo mes con motivo de su lanzamiento. "Un día visité una aldea de Uganda y vi a una pequeña de unos 3 años que guardaba celosamente un papel doblado que me quería enseñar. Lo abrí y solo había una pequeña mariposa azul. Me dijo: ´A mi madre le gustaban mucho las mariposas´. Esa niña sabía algo de su madre, que ya había muerto. Me impresionó tanto que quise escribir este libro", rememoró en declaraciones a Efe.

"Muchos de los que mueren en Africa son padres muy jóvenes que tienen hijos que no van a tener ni un recuerdo de ellos. Alguien, en Uganda, tuvo la idea de crear Memory Book Project para ayudar a quienes tienen sida a dejar su memoria a sus hijos", dijo.

El sida ha dejado 12 millones de huérfanos en Africa, un continente que el autor conoce a fondo. Desde hace 20 años vive a caballo entre Estocolmo y Maputo, donde dirige su teatro nacional. "Yo nunca he tenido una relación romántica con Africa. Cuando vine aquí por primera vez lo hice porque quería tener más perspectiva del mundo, distinta de la europea, y es la misma razón por la que vuelvo siempre", explicó.

De sus planes para el detective Kurt Wallander, anunció: "Algún día escribiré otra vez sobre Wallander, pero ahora estoy en otras cosas", zanjó el escritor.