Primero el viernes pasado en el castillo de Trujillo y después el sábado en la plaza de toros de Herrera del Duque, Manolo García sorprendió con su concierto acústico más íntimo y cercano. Se entregaba así a ambas localidades donde en pocos días se colgó el cartel de completo. Con un repertorio de su disco actual y con alguna pinceladas de sus mejores éxitos, el cantante barcelonés hizo gala de una gran complicidad con los espectadores al bajarse del escenario y cantar al respetable casi cara a cara, durante casi tres horas. Cabe destacar la puesta en escena de esta gira acústica en que ha insuflado nuevas sonoridades a las canciones de álbumes tan aclamados como Arena en los bolsillos, Para que no se duerman mis sentidos o Geometría del rayo.

Si los asistentes tardaron poco en rendirse a los pies del artista, terminaron por alabarle ante su defensa, en varias ocasiones, de los pueblos y de Extremadura, a la que definió como una «tierra única».