El nuevo disco de Marc Anthony, que se publica hoy, martes, se llama 3.0 . Es un nombre que sugiere actualización, nueva versión. Pero se trata en realidad de una obra de regreso a las raíces, al sonido que este vocalista latino líder de su generación lleva en su ADN. La salsa.

3.0 se ha adelantado con un single, Vivir la vida --adaptación del C'est la vie de Khaled, el rey del rai--, que produce RedOne (Lady Gaga) y sabe a pop global. Pero la realidad de 3.0 es otra: este es un disco de salsa clásico, con sus temas para bailar, otros más para llorar y un sonido tradicional antes que futurista. En principio Anthony iba a publicar un disco pop en inglés, en el que todavía trabaja con RedOne, pero ha preferido publicar antes este, un regalo para sus fans hispanos (y a todos aquellos que lo veneran por su aportación al género de la salsa, que no puede menospreciarse).

Tampoco es que Anthony se hubiera alejando en exceso de estas coordenadas: en el 2006 publicó la banda sonora de El cantante , el biopic del seminal salsero Héctor Lavoe; y cuatro años después, Icons , un tributo a sus ídolos. Pero 3.0 es su primer disco de salsa con temas originales en 12 años, los pasados desde Libre (2001).

En los últimos años, Marc Anthony puede haber sido menos conocido por su música que por posar en alfombras rojas con Jennifer Lopez, de la que se divorció el año pasado. 3.0 sabe, en cierto modo, a autoreivindicación, a intento de Anthony por recordar qué le hizo una celebridad global en un primer momento.