El poeta catalán Joan Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938), que ayer obtuvo el premio Nacional de Poesía por su libro Casa de Misericordia , cree que la poesía "es el refugio donde cobijarse, tarde o temprano. Fuera de la poesía, la música o la filosofía, no hay nada", matiza.

"Este poemario, Casa de Misericordia , me ha aportado muchas cosas buenas, ya ha recibido muchos premios; pero para mí, no es más que otros libros, sólo que éste ha sido tocado por la suerte, por el azar, o porque también llevo muchos años en esta vida, y ese ha sido el detonante", dice el recién galardonado.

Margarit, cuya formación y trabajo como arquitecto ha dejado huella en la intensidad poesía, tejida a base de concisión y severidad, con la utilización de las palabras justas para expresar lo máximo, dice que Casa de Misericordia nació tras una visita a una exposición sobre las casas de misericordia o de acogida.

FRANQUISMO "En ese momento me persiguió una imagen y una pregunta: ¿cómo esas viudas a cuyos maridos les habían fusilado en el franquismo tenían que pedir suplicar a sus mismos verdugos para que sus hijos pudieran entrar en alguna Casa de Misericordia?, y es que no había otro remedio, porque fuera no había nada", argumenta el autor de Joana .

Para Margarit, hoy fuera de la poesía, el hombre está a la intemperie, y eso lo sabe la gente. No en vano leen poesía, compran libros y ésta goza de buena salud. El poeta catalán, que comenzó su actividad literaria a finales de los años 50, sacará a la calle en noviembre, y catalán, un nuevo poemario, Feliz -"algo misterioso"-, dice, y en enero en edición en castellano, en bilingüe, publicado por Visor, la editorial que también ha editado Casa de Misericordia .

El premio otorgado ayer por el Ministerio de Cultura, que desde este año está dotado con 20.000 euros, se concede a la mejor obra de poesía publicada en 2007 en español o en algunas de las otras lenguas cooficiales que se hablan en España.