En las recopilaciones de las obras más destacadas entre las publicadas en 2010 en España, el nombre de dos de ellas se repetía en los medios de comunicación: uno era el de la última novela de Mario Vargas Llosa, El sueño del celta (Alfaguara), cuya aparición poco después de lograr el Premio Nobel de Literatura atrajo aún más la atención que despierta cada novela del escritor hispanoperuano. El otro era el de Tiempo de vida , un ejercicio de memoria íntima que firma Marcos Giralt Torrente sobre la relación que mantuvo con su padre, el pintor Juan Giralt, ya muerto. Pues bien, estos dos títulos forman parte de la selección de cinco finalistas del premio Dulce Chacón de Narrativa, que se hizo pública ayer en Zafra. Su ayuntamiento convoca este galardón que se concede a libros ya publicados.

La selección es curiosa por la presencia del material biográfico que descansa bajo los cinco libros escogidos.

La novela de Vargas Llosa explora la figura de Roger Casement, que denunció la explotación colonial en el Congo y que en sus últimos días fue un fervoroso separatista irlandés. Tras sumarse al conocido como Alzamiento de Pascua de 1916 contra Gran Bretaña, fue detenido y ejecutado. Dublinesca (Seix Barral), de Enrique Vila-Matas, plasma la devoción del escritor catalán por el autor de Ulises , James Joyce, y Venían a buscarlo a él (Acantilado), de Berta Vias Mahou, tiene como protagonista a otro Nobel de Literatura, Albert Camus, durante sus últimos días, antes de morir en un accidente de tráfico en 1960. También en los relatos de Brillan monedas oxidadas (Galaxia Gutenberg), de Juan Eduardo Zúñiga realidad y ficción se entrecruzan, por ejemplo, cuando narra la relación de Kafka y su tío Alfred Lowy, que trabajó en la línea ferroviaria entre Madrid y Cáceres.

El jurado de la octava edición de este premio estará presidido por Rosa Regás y también forman parte de él los críticos Luis García Jambrina, Isabel María Pérez, Juan Angel Juristo, Miguel Angel Lama, el escritor Luisgé Martín, la concejala de Cultura y Turismo, Manuela Llera, y la nueva secretaria del certamen Estrella Claver, que sólo tendrá voto. Como en ediciones anteriores, en torno al premio se desarrollarán actividades culturales durante la semana en que se entregue. El fallo del jurado, según informó ayer la concejala de Cultura, se anunciará el 25 de noviembre. La entrega del premio está prevista antes de fin de año.

La edil de Cultura explicó que el retraso en la publicación de los finalistas de esta edición se ha debido a la paralización de la subvención de la Junta de Extremadura a causa del cambio político al frente de la región.