Marlon Brando rechazó en principio varias veces el papel de Vito Corleone de El padrino , de Francis Ford Coppola, porque no quería ensalzar a la mafia. Según un reportaje de la revista Vanity Fair, Brando llegó a tirarle el guión a la cara a su asistente Alice Marchak. El artículo detalla el "enamoramiento" final de Brando con este papel que le acabaría consiguiendo el segundo Oscar de su carrera. El porqué acabó aceptando sigue siendo un misterio.