En su última novela, Canciones de amor en Lolita´s club , Juan Marsé (Barcelona, 1933) ha cambiado los escenarios de la posguerra, tan queridos de su narrativa, por la cruda actualidad de la inmigración. No ha habido en ello un interés por la crítica política ya que, según confiesa, "nunca" escribe "con afán de denuncia", sino que prefiere meter "emociones y sentimientos" en su narrativa en busca de "alguna clase de belleza".

El libro, publicado por Areté-Mondadori, nació como un cuento que pasó a ser guión cinematográfico, que compró el productor Andrés Vicente Gómez. Para transformarse en novela, Marsé, que el pasado año ganó el premio Extremadura a la Creación por toda su trayectoria, dejó reposar su cabeza y los apuntes durante dos años. Para una u otra versión, Marsé no ha cambiado ni el ambiente ni los personajes.

El prostíbulo de la zona de Castelldefels, con sus chicas latinoamericanas y del Este europeo, y los hermanos gemelos Raúl --un policía bronco y malencarado-- y Valentín --un deficiente mental lleno de bondad--, habían calado desde hace tiempo en el imaginario de un autor que confiesa ver sus historias en imágenes antes de escribirlas.

"A mí las historias me llegan por el corazón más que por el cerebro", comentó ayer el autor de Si te dicen que caí , durante la presentación de su libro en Madrid. Por ello, Marsé prefiere a Dickens que a Joyce, aunque de éste le interesa especialmente su lenguaje. "En todas las novelas", añadió, "procuro meter emociones y sentimientos".