«Martina y los piojos (Editorial Rimpego) es una historia llena de humor, ternura y fantasía; esas emociones que conceden a los niños su extraordinaria capacidad de superación. Así, un hecho desagradable --la infestación en un colegio-, se convertirá en el origen de fascinantes aventuras y valiosos aprendizajes». Este el argumento esencial de esta obra para niños escrita por Ana Merino (Madrid, 1971) con las ilustraciones de Axier Uzkudun (Bilbao, 1970) , que contribuyen a desdramatizar hasta las situaciones más dolorosas del cuento.

Merino, premio Adonais 1994, ha escrito este cuento con los piojos como coprotagonistas «porque la literatura se alimenta de las experiencias de la vida, con todas sus emociones, y en el mundo de la infancia los piojos forman parte de la cotidianeidad escolar. Hay que enfrentarse a ellos con humor e imaginación y darles a los más pequeños la oportunidad de dialogar con sus vivencias, y empatizar con los protagonistas niños que los sufren».

Precisamente imaginación es lo que le sobra a Martina, que su madre literaria sabe encauzar por una trepidante y coherente aventura. La dorada melena de Martina es colonizada por los piojos. A su madre el asunto le produce una incontrolable repugnancia. Pero la abuela Rita mantiene la serenidad y el control, lava el pelo a la niña y comienza a despiojarla. Y entonces, mientras las amorosas manos de la abuela repasan las guedejas, estalla la fantasía. Su cerebro es un torbellino de ideas, conflictos, consecuencias, desafíos y aventuras. Se suceden los episodios a cuál más increíbles, y, mientras tanto, va descubriendo -casi sin querer- los condicionantes vitales de unos seres que han hecho de nuestras cabelleras su hogar, y de la sangre, su alimento.

Hasta las situaciones más dolorosas del cuento, derrochando simpatía y humor. Y la mirada sobre la protagonista está cargada de desenvuelta ternura. La imagen, además, actúa de contrapunto a las atosigadas elucubraciones de Martina. Hay que acentuar el comedido y sutil manejo del color, y los sugestivos escenarios resueltos con recursos gráficos.

La aportación pedagógica llega con un singular texto de Juan Manuel Nieto (Cáceres 1948), un zoólogo de prestigio internacional. Con tan oportuna sencillez como rigor, desgrana el desarrollo vital de los piojos en las cabelleras humanas y señala a los niños el entorno entomológico que les rodea, informa la editorial leonesa Rimpego.