Aparentemente recuperada de una larga depresión --aunque es muy propensa a las recaídas--, la princesa Masako y su marido, el príncipe Naruhito, heredero al trono imperial japonés, han empezado las vacaciones en Nasu, una villa imperial situada al norte de Tokio con su hija, Aiko, de 4 años. En la foto, la familia saluda a los ciudadanos que les acudieron a recibir a su llegada al que será su lugar de residencia en estos días de verano.