--¿Cómo ha llegado un galés como usted a relatar el enfrentamiento palestino-israelí en clave de intriga?

--Tuve dos tíos que lucharon en la primera guerra mundial en la toma de Jerusalén. Es mi primer recuerdo. En 1996 me instalé en la ciudad pero lo que más me fascinó fue Cisjordania. Me siento vivo en las ciudades palestinas. Uno ha podido nacer donde sea, pero yo, como escritor, he encontrado en Palestina mi materia de trabajo.

--¿Por qué se centra en la lucha entre facciones palestinas y orilla a los israelís?

--Porque es la vida cotidiana de los palestinos. En las intifadas, de noche solo se ve a soldados israelís, cuando van a las casas a detener gente. De día, los palestinos ven el fracaso de su policía para mantener el orden y ven que las brigadas de los Mártires de al-Aqsa son las que mandan. La preocupación mayor de la población civil son los milicianos. Los Omar, como el protagonista de la novela, no pueden cambiar la situación política pero sí tienen la responsabilidad de lo que pasa en la sociedad palestina.

--El relato se abre con una nota que sugiere que todo parecido con la realidad no es mera coincidencia.

--Escribir una novela fue la consecuencia de ver el fracaso del periodismo para relatar una realidad compleja. Quería investigar cómo reaccionan los palestinos en el mundo real, no cuando salen a la calle a gritar sino cuando están solos en casa. He querido escapar de la coyuntura política para describirlos y ser periodista solo para recabar los fríos datos.

--¿Cuál es el modelo real de Omar, su maestro de Belén?

--En un amigo mío desde hace nueve años. Una persona muy respetada en su comunidad, en Belén, que está al margen del sectarismo de su entorno y es muy crítico con la política del Gobierno palestino. Me interesaba que fuera un musulmán profesor de historia porque tiene una perspectiva de cuando las tres religiones --cristianos, musulmanes y judíos-- convivían allí. Omar sabe que su pueblo es una víctima pero que también le es rentable presentarse como la víctima.

--¿Cree que el género detectivesco es el mejor para expresarse sobre el conflicto?

--Es el ideal. Requiere que el detective sea un personaje profundo, meterse en su cabeza y entender por qué interpreta así las pistas y los signos. He querido mostrar la vida interior de los palestinos. En la novela negra en EEUU o Europa los malos son personajes vacíos. En mi novela, son personas que he conocido, son malos más reales, que han matado y lo dicen. Y como lectores, podemos entender sus razones.

--¿Se entenderá así?

--Tras los atentados del 11-S y 11-M, somos todos más conscientes de que deberíamos saber más sobre el mundo árabe. He querido enseñar, además de entretener.

LUGAR DE NACIMIENTO NEWPORT, GALES, 1967

TRAYECTORIA ESTUDIO EN LA UNIVERSIDAD DE OXFORD. SU PRIMERA NOVELA DE DETECTIVES, ´EL MAESTRO DE BELEN´ SE PUBLICO EN EL 2007