La cantante madrileña pone la voz a The Sweet Vandals, que hoy actúa en El Corral de las Cigüeñas de Cáceres con su repertorio de soul y funk

"Mi voz la ha ido formando la vida, los conciertos, el trabajo... y lo que queda porque yo no soy músico de escuela sino de oficio", dice la cantante madrileña Mayka Edjo. Su voz es una voz de soul, una de esas voces profundas que el músico Carlo Coupé escuchó, por recomendación, en un concierto en el 2005. Enseguida le ofreció incorporarse al nuevo grupo The Sweet Vandals, y desde entonces es la voz de esta banda de soul y funk, que mañana actúa en El Corral de las Cigüeñas, dentro de la gira de Artistas en Ruta.

En el concierto, The Sweet Vandals (Mayka Edjo, José Angel Herranz, Santi Martín, Javier Gómez y Santi Vallejo) repasará su repertorio musical, que remite al mejor soul de los años 50, 60 y 70, procedente de los tres discos que han grabado y que en el último de ellos, So clar , introducen temas más melódicos, arropados por sonidos de cuerda, flauta y coros.

Durante seis años, el grupo ha ofrecido conciertos dentro y fuera de España, y ha compartido cartel con músicos como Maceo Parker, Neneh Cherry. La información promocional de la banda apunta al carácter secreto de esta, algo que dejará de ser con este tercer disco.

Edjo matiza que la música que ellos hacen "es minoritaria. Frente a otros estilos, y en el entramado del negocio musical, somos un granito de arena. Pero investigamos e intentamos hacer canciones que en alguna ocasión ojalá sean populares. Nuestro trabajo es de resistencia.".

Pero desde esa posición, ella ha logrado vincularse emocional y profesionalmente a esa música. Si no canta, pincha discos. Si no pincha discos, colabora con otros músicos. "Siempre he querido cantar. Desde pequeña lo hacía y es lo que más me gusta de la vida". Cantaba en el colegio, en su barrio madrileño y en el 2007 cantar se convirtió en su oficio. Siempre en torno al soul, al blues. "Siento que pertenezco a esa música, que es un vehículo de sentimientos, de emociones, de una riqueza profunda porque habla del alma del ser humano. Siento que recojo una parte de esa cultura para que no se pierda hoy, en que se busca la comercialidad".

Consciente de la condición de "banda underground", para Mayka Edjo sobrevivir no es una cuestión límite, sin embargo. Porque sus ejercicios de supervivencia giran siempre alrededor de la música. "Trabajo mucho, meto la cabeza en muchos sitios... los músicos del grupo tenemos otros trabajos. Y yo tengo mis propios proyectos, no tan conocidos, al margen de la banda. Canto estandars (melodías originales de canciones de soul o blues), investigo en el jazz, colaboro con otros músicos...".

La cercanía a intérpretes que la invitan a conciertos, a grabar discos, a giras ha sido fundamental para Edjo. "Cada trabajo te aporta experiencia y me ha enseñado muchas cosas. Yo no sería la misma sin esos músicos".