Juan Carlos González, mediador del Servicio de Conciliación y Mediación federal, trataba ayer a contrarreloj de salvar una huelga de guionistas de Hollywood que, salvo acuerdo de última hora que se antojaba muy difícil, estaba previsto que empezara a las doce y un minuto de hoy, hora estadounidense. Y es que las posiciones entre el sindicato de guionistas, que agrupa a 12.000 escritores, y los estudios --organizados en la Alianza de Productores de Cine y Televisión-- están muy alejadas, a pesar de que desde ambas partes se han hecho llamamientos el fin de semana para lograr un acuerdo.

De producirse la huelga, perjudicará gravemente, de entrada, a las televisiones. Tras ceder en varias de sus reivindicaciones, dos aspectos quedan como escollos difíciles de superar: la exigencia de los guionistas de doblar el beneficio que reciben por la venta de DVD (solo este año se calcula que este sector ingresará en EEUU más de 11.000 millones de euros) y de una participación en los ingresos por la explotación digital.

En caso que no haya acuerdo los primeros en notar las consecuencias de la huelga de los guionistas serán los seguidores de programas que se emiten en directo o se preparan el mismo día, como magazines y Late night shows. Las series de ficción tienen en estoc capítulos grabados que garantizan la emisión hasta principios del 2008, y lo mismo ocurre con los estrenos inminentes de películas en pantalla grande, grabadas desde hace tiempo.

El temor en Hollywood es un recuerdo: los casi 350 millones de euros de pérdidas que supusieron las casi 22 semanas de paro que hubo en el año 1988.