El MEIAC de Badajoz expone obras de dos pintores españoles de la Generación del 14, que muestran el periodo de transición entre arte clásico y las vanguardias europeas. Solana y Vázquez Díaz en las colecciones de la Fundación Mapfre reúne seis óleos, 24 aguafuertes y cuatro litografías de José Gutiérrez Solana (1886-1945) y seis óleos y 70 dibujos --retratos-- de Daniel Vázquez Díaz (1882-1969). Los fondos pertenecen a la Fundación Mapfre.

El museo pacense ofrece un recorrido por la trayectoria de los dos artistas, considerados de los más representativos de la Generación del 14, que plantean "unos principios de integración de lo cosmopolita y ultramoderno con lo regional y castizo", según los organizadores. Ambos protagonizaron el inicio del arte moderno español con dos propuestas bien diferenciadas entre sí.

Solana muestra "una pintura muy trabajada y acabada desde el dibujo como medio para experimentar", con influencias del expresionismo alemán y "afán por entroncar con la España Negra", lo que despertó el interés en los círculos vanguardistas, según Nadia Arroyo, directora de proyectos del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre. Arroyo mencionó las obras Solana sobre la Semana Santa, el Carnaval y la muerte, los mismos temas que el artista llevó a sus grabados.

Vázquez Díaz, un creador "difícil de ubicar", fue uno los artistas españoles que viajaron fuera de España y conoció "lo que se hacía en París y se acercó a las vanguardias históricas", pero fue rechazado por los más tradicionalistas, por sus novedades; y por las vanguardias "por su temática clásica y por mantener los rasgos humanos en sus retratos". Sus colores son "más postimpresionistas; incluso con caras cercanas al cubismo, que no desarrolla", dijo la directora de proyectos.

MAS INTELECTUAL Arroyo ve la pintura de Vázquez "más intelectual, como una mirada interior", capaz de dialogar con el extremeño Ortega Muñoz, con quien discrepaba. Entre sus cuadros figuran Autorretrato , La alameda de Fuenterrabía , o Las bañistas , de gran formato, que enlaza "con la tradición europea de desnudos femeninos".

Vázquez Díaz lo pintó cuando Picasso había hecho sus Señoritas de Avignon . Otras obras son una colección de retratos a lápiz, grafito y difumino, de grandes personajes contemporáneos --Ortega, Baroja, Valle Inclán, Gerardo Diego--, y un Hombre de Badajoz sin identificar.

Solana y Vázquez Díaz, "desde distintas visiones y modos de incorporarse a los lenguajes y procedimientos de la modernidad, señalan las contradicciones y la intensidad de una generación que plantea su necesidad de incorporarse a las corrientes internacionales junto con la salvaguarda de unas señas de identidad culturales propias".