La adaptación televisiva facturada por Mike Flanagan no es lo que se dice exactamente fiel a la La maldición de Hill House, especialmente porque al final se convierte en una oda a la concordia familiar, lo que está absolutamente alejado de las ficciones de la autora, pero sí acierta en desplazar el eje del misterio de la casa embrujada —Stephen King sostiene que es la mejor historia sobre casas embrujadas de todos los tiempos— al terror psicológico gestado en el seno de una familia disfuncional.

Pero la serie televisiva es solo el pistoletazo de salida. El pasado septiembre, se estrenó en Estados Unidos la adaptación de Siempre hemos vivido en el castillo con Taissa Farmiga, mientras el próximo año verá la luz Shirley, un biopic ficcionalizado sobre la autora a la que dará vida la excelente Elisabeth Moss.