El 2016 ha supuesto, a nivel internacional, un año de entregada exploración de cuestiones políticas, pero también lenguajes sonoros. Canción protesta (contra el racismo, el calentamiento global o la muerte) vestida no con simple guitarra folk sino con arreglos inquietos. Curiosamente, algunas de las mayores osadías han corrido a cargo de artistas establecidos. No hay debutantes en esta lista, y sí nombres conocidos brillando con más fuerza que nunca.

1. NICK CAVE AND THE BAD SEEDS

'Skeleton tree' (Bad Seed-Popstock!)

Resulta un poco extraño tratar de resumir/explicar la importancia de 'Skeleton tree' cuando ya existe 'One more time with feeling', de Andrew Dominik, soberbia película documental sobre los motivos personales del último álbum de Cave y banda, y cómo se compuso y grabó. Pero como el filme estuvo en cartelera apenas una noche y no sale en DVD/Blu-ray hasta el 3 de marzo, reincidiremos, tratando quizá en vano de aportar algo.

'Skeleton tree' es el álbum que Nick Cave empezó a componer, no sin cierta reticencia, no sin problemas, seis meses después de la muerte de su hijo Arthur, caído de un acantilado en Brighton. Cave eligió el trabajo como terapia, pero inevitable que las primeras canciones se teñieran de duelo. Eligió una forma de componer más orgánica, intuitiva, visceral, dejando que el subconsciente guiara palabras y melodías. A su lado, Warren Ellis dio forma a un clima espectral y oscuro, en el que se nota la experiencia conjunta de los dos amigos componiendo música para películas.

Cave nunca ha sonado tan cercano ni desnudo, ni (a pesar del cripticismo lírico ocasional) tan fácil de entender. 'Skeleton tree' es el sonido, sublimado en ese clásico instantáneo que es 'I need you', de la confusión y el desamparo tras la marcha del ser querido; de un vacío tan cósmico como las atmósferas creadas por Ellis. La más triste confirmación del mundo: aunque en un cosmos ideal no debería ser así, el dolor es bueno para el arte. Y viceversa.

2. DAVID BOWIE

'Blackstar' (Iso-RCA-Columbia-Sony)

'Blackstar' habría sido un Gran Disco de Bowie de haber aparecido en 1975, 1985, 2005 o 2015. Pero, convertido en su inesperada (solo para nosotros) carta de despedida, este disco sobre la muerte cobró una resonancia infinita. En realidad tampoco podría haber salido muchos años atrás: Bowie no había dejado de ser un buscador de nuevas formas, sonidos insólitos y combinaciones inéditas.

3. ANGEL OLSEN

'My woman' (Jagjaguwar-Popstock!)

En cada nuevo disco, esta cantautora de Missouri consigue mejores canciones y muestra mayor versatilidad. Aquí, su voz y guitarra (y algunos sintetizadores) abordan country, pop, rock’n’roll clásico y otras hierbas con inspiración suprema. Tanto en los momentos agitados ('Shut up kiss me' es un hit cerca de Tom Petty) como en los lacónicos (esa segunda mitad de disco sin mácula), Olsen sabe sobrecoger.

4. BEYONCÉ

'Lemonade' (Parkwood-Columbia)

Ella no ha confirmado nada, pero es un poco difícil no leer 'Lemonade' como el disco de una mujer herida por el adulterio que sana heridas a través de la catarsis musical; otro gran disco producto del mal de amores. Pero es, además, una oda a la feminidad negra compuesta con ambición lírica y sonora. Y una película con aromas de Terrence Malick que está apareciendo en listas del mejor cine del 2016. Estrella con hambre de experimentación.

5. KANYE WEST

'The life of Pablo' (GOOD-Def Jam-Roc-a-Fella)

Quizá han salido este año discos más pulidos, mejor estructurados, con menos aspecto de tarea en curso. Pero difícilmente hay otro álbum del 2016 que contenga más momentos de dejarlo todo y sentir erizarse el vello de la nuca. La entrada del coro en 'Ultralight beam', o del beat en el segundo 34 de 'Father stretch my hands pt. 1'. El sample de Sister Nancy en 'Famous'… El pop del 2016 es esto. (Y su presentación fue, no nos olvidemos, pura épica).

6. ANOHNI

'Hopelessness' (Secretly Canadian-Popstock!)

La artista antes conocida como Antony -del proyecto de pop de cámara Antony and the Johnsons- ha sacudido pistas y conciencias con este álbum de música de baile politizada. Hudson Mohawke y Oneohtrix Point Never ponen los beats; ANOHNI, una voz intensa que carga contra los ataques con drone, Guantánamo, Obama… Y también ella misma, en un sano ejercicio de autocrítica. Su particular 'What’s going on'.

7. LUCINDA WILLIAMS

'The ghosts of Highway 20' (Highway 20-Thirty Tigers)

La musa country-rock lleva en activo desde finales de los 70, y no da señales de darse por vencida. Al contrario: con la edad, su voz gana en poder y sus letras en puntería emocional. Como el anterior, su último disco es doble, en este caso inspirado por las ciudades que recorre la autopista Interestatal 20, muchas antiguo hogar de Williams. Incluye gloriosas versiones de una rareza calenturienta de Woody Guthrie y el 'Factory' de Springsteen.

8. TEENAGE FANCLUB

Here' (PeMa)

En su primer disco en seis años, Teenage Fanclub entregan un puñado de clásicos pop instantáneos ('Thin air', 'Hold on', la extática 'The first sight') a mayor gloria de los placeres sencillos de la vida: estar entre la gente que quieres, estar vivo, estar aquí. La madurez de un grupo, contra todo pronóstico, puede no significar simple aburguesamiento. También puede traer gracilidad y sensibilidad.

9. SOLANGE

'A seat at the table' (Saint-Columbia)

Si un género nos ha recordado este año el valor del álbum, ese debe ser el R&B: no tan solo Beyoncé, sino también su hermana pequeña Solange (o Frank Ocean, o Blood Orange) han entregado obras ambiciosas a nivel conceptual, político y sonoro. 'A seat at the table' son 21 bellas canciones/páginas de diario sobre ser negro en Estados Unidos y, pese a todo, tener la audacia de la esperanza.

10. KATE TEMPEST

'Let them eat chaos' (Fiction)

No es escapismo navideño, ni mucho menos: 'Let them eat chaos' es un largo poema sobre todo lo que va mal en el mundo actual. Migrantes y refugiados desatendidos, corrupción política, calentamiento global… Oímos hablar de estos temas cada día, pero quizá haga falta una voz fiera como la de Tempest para recordarnos que no son ruido televisivo de fondo. Impulsan su poesía de performance bases electrónicas de alto nivel con trazas electro y grime.

La lista de mejores discos internacionales del año ha sido elaborada con las votaciones de Jordi Bianciotto, Quim Casas, Juan Manuel Freire, Julián García, Roger Roca y Rafael Tapounet