José María Merino se despertó ayer muy temprano en Ciudad de Panamá, con la resaca de los cuatro intensos días que ha durado el sexto Congreso Internacional de la Lengua en el que ha participado como escritor y académico. Hacia las seis de la mañana se asomó a internet para escribirle a su esposa y esta le dio la noticia de que su última novela, El río del Edén (Alfaguara), acababa de ganar el Premio Nacional de Narrativa, un galardón que distingue la mejor obra publicada el pasado año en castellano, o en cualquiera de las tres lenguas cooficiales. A Merino, exultante, se le pasó el cansancio de golpe y decidió no anular la excursión organizada para los congresistas por el canal de Panamá. "Este es un paisaje maravilloso", aseguraba por teléfono por encima del ruido incesante de las máquinas del barco mientras contemplaba el canal desde la exclusa de Miraflores y "maravilloso" es también el adjetivo con el que valora un premio que no esperaba. "Es algo muy importante para una carrera".

El jurado destacó su técnica "arriesgada y bien resuelta, que va adquiriendo tensión a medida que avanza el relato y cuyos problemas, cruciales, como el derecho a una muerte digna, se encuentran perfectamente expuestos".

Merino, nacido en Galicia en 1941, pero leonés por familia y porque allí creció, ha simultaneado en su trayectoria cuentos y relatos hiperbreves con diversas novelas.