Michael Jackson se abrió paso ayer, como pudo, entre los cientos de fans que fueron a recibirle al aeropuerto japonés de Narita (en la foto) con carteles en los que podía leerse: "Amamos a Michael" o "Bienvenido a Japón". La visita del rey del pop a la tierra del sol naciente tiene como objetivo satisfacer a sus seguidores y ofrecerles 30 segundos de su tiempo a cada uno a cambio de 2.600 euros. Jackson será el anfitrión de una exclusiva fiesta, prevista para el próximo jueves, en la que los comensales tendrán la oportunidad de conocer personalmente a su ídolo.

Además de esta reunión de lujo, el cantante de Thriller, de 48 años, asistirá también como invitado a un concurso de artes plásticas en el que los participantes, fieles seguidores de Jackson, serán galardonados con un premio muy especial: los tres finalistas tendrán un encuentro personal con el artista --en este caso sin necesidad de pagar 2.600 euros-- y podrán hacer todas las fotografías que quieran con el cantante.