Manteniendo intacta la historia de Plauto, el dramaturgo extremeño Juan Copete ha trasladado la acción de Miles Gloriosus del Efeso del año 25 antes de Cristo a una Mérida recién fundada. Así lo contemplaron los espectadores del estreno de esta comedia el pasado miércoles en el teatro romano de Mérida.

La risa, la sonrisa permanente, la diversión, el entretenimiento y la ovación pasaron de las gradas al escenario por primera vez en esta edición del festival de teatro.

La puesta en escena es hilvanada por el director de este entretenido espectáculo, Juan José Afonso, con tintes de zarzuela y revista, y es pespunteada por las ocurrentes y burlonas interpretaciones de Pepe Viyuela (el soldado Gallomáximus) y Pepe Sancho (Centella) que juega a la complicidad con los espectadores mientras muestra a su vanidoso personaje de soldado mediante una trama estratégicamente urdida a favor del amor.

Divertida

Unos dos mil espectadores asistieron a esta comedia, que ha perdurado a lo largo de las épocas, las modas y las corrientes, por encima de críticas y de posturas negativas ante la diversión y la fiesta en el escenario.

La adaptación de Miles Gloriosus , "muy fiel al texto original", según Afonso, introduce la novedad de cambiar el marco temporal y físico de la acción, e incluye expresiones de la lengua coloquial de hoy día, chistes, burlas, con lo que provoca la empatía y la simpatía con el público.

Escenas

De este montaje, la segunda parte de la función, tras el descanso, fue la más divertida e hilarante. Es entonces cuando, el espectador ve por primera vez, después de una hora y media, a los dos protagonistas actuar juntos y dirigirse al público mediante bromas.

La escena es el clímax de la estratagema tricotada por Centella, a veces recargante, y el momento en el que ambos se unen para dar vida a un desternillante Gallomáximus --Viyuela--, que llega al culmen de la estupidez por su egocentrismo y fanfarronería.

A la pareja le apoya la emeritense Ana Trinidad, que imbuida en un enorme cuerpo fruto de la caracterización, encarna a Vespa Celestina, esclava de su prostituta ama.

Pero también despierta risas el viejo Bonifacius --Cesáreo Estébanez--, aliado de Centella y que aparece apocado en la escena ir va adquirieron con calma un aire más efusivo.

Los espectadores agradecieron uno de los géneros patrimonio del teatro grecolatino, la comedia, cuya esencia es la vindicación de la alegría y la felicidad de los que la ríen.

Y eso, que ha querido y ha sabido regalar el director, los espectadores supieron aplaudirlo.