Martes y Trece no murió de éxito. Josema Yuste y Millán Salcedo (los dos humoristas que marcaron la historia de la televisión con una parodia de la periodista Encarna Sánchez, atrapada por una oyente enredada con sus empanadillas) han logrado despegarse de su pasado. Y lo han hecho en sucesivas reencarnaciones (en el teatro, en la televisión).

Desde la disolución de Martes y Trece, el recorrido de Salcedo en el mundo del espectáculo se asemeja, según ha recordado, "a la trayectoria del río que riega mi tierra natal: el Guadiana. Ahora me veis, ahora no me veis". Aunque su última aparición teatral no se distancia de su propia vida en Yo me subí a un piano verde , que hoy presenta en el teatro Alkázar de Plasencia.

También estaba previsto que el domingo esta función se representara en Almendralejo, pero las elecciones europeas lo ha impedido. El candidato del PP Jaime Mayor Oreja difunde su mensaje político en un mitin en el teatro Carolina Coronado y posteriormente a la compañía no le daba tiempo a montar el escenario de la obra.

El viaje al pasado que emprende Salcedo en este montaje estrenado en el 2008 es el de su biografía. No se espere, claro, una biografía al uso: "Si un violinista se subió a un tejado ¿Por qué yo no me puedo subir a un piano verde?", escribe en las notas a la producción de esta obra.

INFANCIA El título de la obra parodia una popular melodía durante los años de la guerra civil, Anda jaleo , que comienza precisamente así: "Yo me subí a un pino verde". Millán Salcedo cambia pino por piano, y a él se sube, en el escenario, acompañado del pianista Marcos Cruz, para desgranar su infancia, la época que vivió entre los 6 y 16 años en un internado en Ciudad Real, o para revivir el vértigo de sus grandes hits con Martes y Trece.

Salcedo se recupera a sí mismo ("me interpreto en clave de mí mismo", escribe). Se lanza por las parodias actuales. Se ríe de las tecnologías. Homenajea a sus queridos Tip y Coll, modula la voz tal y como cualquier espectador podría reconocer con los ojos cerrados, se expone, según refleja en las notas del montaje, "como un equilibrista, un gracioso que se juega el hipo demostrando, sin nostalgia, que aún se mantiene en sus trece y que, pese a quien le pese, sigue teniendo el valor de subirse donde le apetece".

Para dominar el torrente de su discurso caótico, el cómico habló con Joan Gracia y Paco Mir, de Tricicle, que le ayudaron a dar forma y encauzar el espectáculo. El propio humorista explicó en una ocasión que la visión de Una noche con Gabino , en la que el actor Gabino Diego recurría a su experiencia vital para burlarse de sí mismo, le sugirió la idea de lo que finalmente ha sido Yo me subí a un piano verde . En su desternillante autobiografía, escrita con motivo del estreno de esta obra, Millán Salcedo se define como "aprendiz de y maestro de , que diría mi madre". Estudiante de teatro y danza en Madrid, fundador de Martes y Trece junto a Josema Yuste y Fernando Conde ("en la memoria queda Santa Empanadilla de Móstoles, patrona de los fines de año") desde la desaparición del grupo afinó su veta de actor en espectáculos de zarzuela (por Los sobrinos del capitán Grant , recibió el premio al mejor actor lírico del 2007), y teatrales (hasta un Herodes histriónico en serio le ofreció Miguel Narros). Este solo con piano, que hoy interpreta, canta y onomatopeya muestra que no hay mejor cuña artística que la propia.