La sección oficial del decimotercer Festival de Cine Español de Málaga traspasó ayer su ecuador con la proyección de El dios de madera , de Vicente Molina Foix, y El idioma imposible , del debutante Rodrigo Rodero.

El escritor y crítico Molina Foix ha rodado, en su segunda película, lo que califica como "una especie de fábula sobre la llegada del nuevo mundo al antiguo. Nosotros somos el viejo mundo, seres con una cultura muy milenaria y muy nutrida de contenidos", y la llegada de ese "nuevo mundo", que son los inmigrantes, suscita distintas respuestas, "como la atracción y también el temor", afirmó en una rueda de prensa.

El dios de madera muestra una doble pasión amorosa en la que intervienen un senegalés (Madi Diocou), que vende en la calle; un marroquí (Soufiane Ouaarab), que se gana la vida como peluquero; una viuda que no olvida su pasado (Marisa Paredes), , y su hijo (Nao Albet), enamorado del marroquí.

Por su parte, Rodrigo Rodero ha dado el salto al largometraje, después de su carrera en el corto, con El idioma imposible , un regreso al mundo de la heroína en los años 80 a través de la adaptación de la novela homónima del desaparecido Francisco Casavella, incluida en la trilogía El día del Watussi .