El artista extremeño, afincado en Segovia, Mon Montoya, presenta en la Sala de Exposiciones del Monasterio de Santa Ana, de Avila, una muestra titulada La carta ininterrumpida , que recoge el trabajo realizado en los últimos 7 años.

Según Montoya, este trabajo nace "de la necesidad de contar, a través de signos, un proceso de traducción de la existencia", para lo cual se sirve de grandes y monocromáticos lienzos, que él mismo define como "pintura abstracta autorreferencial".

La carta ininterrumpida comenzó a ser realidad en 1998 y terminó en 2004, aunque eso no quiere decir que el artista no haya reflejado su mundo interior en los cuadros llenos de "espontaneidad" que sigue pintando.