Presentada en una de las sesiones especiales del Festival de Sitges, Celda 211 es la nueva película de Daniel Monzón, un emocionante thriller carcelario con un imponente Luis Tosar en el papel de Malamadre y el descubrimiento como actor del celuloide del joven Alberto Ammann.

El público quedó enganchado en sus butacas y no dejó durante 111 minutos de seguir las peripecias de los amotinados de una cárcel, con el preso Malamadre al frente, y de un funcionario en su primer día de trabajo que, para sobrevivir al motín, se hará pasar por lo que no es.

Durante una multitudinaria rueda de prensa, Monzón señaló que siempre trata de hacer "lo que le emociona" y, en este caso, ha construido una película coral, con mucha acción e inesperados giros. Luís Tosar dijo que su personaje es una "especie de Frankenstein, hecho de retazos" y basado en algunos de los presos españoles que ha conocido.

Antonio Resines, en el papel de un funcionario de la vieja usanza, dijo que "Celda 211 es de esas películas en las que pasa algo más, lo que no ocurre muchas veces". También se pronunció sobre el hecho de que en la película se hagan alusiones a los presos de ETA en el sentido de que están encarcelados porque "también matan, pero lo hacen de otra forma".