Tanto entre lo que publica la prensa italiana como en las conversaciones de la prensa acreditada en la Mostra, una de las máximas expectativas de esta 61 edición del festival veneciano es Mar adentro , la última película de Alejandro Amenábar, que se proyectará en la competición oficial el próximo sábado, un día después de su estreno en las pantallas españolas. Aparte de que Steven Spielberg y Tom Hanks abran hoy el desfile de los famosos de Hollywood, la apuesta por el buen cine se fija esta vez principalmente en España. Y es que en esta edición de la Mostra el glamour lo pone Hollywood y el buen cine, Europa.

De Mar adentro se conocen las impresiones de los seleccionadores de la Mostra y, también, la de críticos y profesionales del cine español que ha podido ver esta conmovedora y pulcra cinta, inspirada en los últimos momentos de la vida del tetrapléjico gallego Ramón Sampedro, impecablemente interpretado por el camaleónico Javier Bardem. Un filme que emociona sin ningún atisbo de sensiblería, que habla de la muerte de un modo poco habitual en el cine.

De todos modos, Amenábar no lo tendrá fácil para alzarse con el León de Oro. Tiene que combatir con grandes nombres del cine: Wim Wenders, con Tierra de abundancia ; Mike Leigh, con Vera Drahe ; Hou Hsiao Hsien, con Café Lumi¨re ; Todd Solondz, con Palíndromos ; Gianni Amelio, con La chiavi di casa ; Fran§ois Ozon, con Cinco por dos ; Claire Denis, con El intruso y, entre otros, el israelí Amos Gitai, habitual de los festivales, con Hotel Promise Land , el retrato de las redes de prostitución del Este europeo en las calles y burdeles de Israel, un negocio que, paradójicamente, une a judíos y musulmanes. El total de largometrajes en concurso es de 21.

Junto a la película de Amenábar el cine español también estará presente en la sección de cortometrajes con La culpa del alpinista , de Daniel Sánchez y guión de Julio Medem.