Nacha Pop "fue una banda de rock. Una noche divertida y un sueño. Fue música. Es música. Y será música". La frase pertenece al cantautor madrileño Antonio Vega. La dijo hace dos años, cuando intentó resucitar junto a su primo, Nacho García Vega, aquel grupo que jugó en la primera división del pop español de los 80. Antonio Vega, el alma triste de la movida madrileña, genio poético del pop, apenas podía mantener la cabeza erguida. Su voz era un hilo y tenía las manos destrozadas. Pero estaba vivo.

El creador de la inmortal Chica de ayer , considerada como la mejor canción del pop español tenía 51 años y arrastraba un cáncer de pulmón. Llevaba varios días ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid a consecuencia de una neumonía. Ayer falleció y con su desaparición se cerró una gran página de la música española.

A Vega, que vivía de los derechos de autor de sus viejos éxitos, no le sobraba el dinero. Hace años, el que fuera gurú del pop vivía en un chalet fuera de Madrid. Luego vinieron las vacas flacas. El lo llamó "rollos chungos". Y desde entonces, no salió de los hostales cutres y de las casas de los amigos generosos.

Nacha Pop fue "un sueño", como él dijo en el 2007, pero no fue eterno. En 1988 los dos primos y los otros dos integrantes del grupo, el bajista Carlos Brooking y el batería Ñete, se dijeron hasta luego. Para despedirse de su gente, montaron una pequeña gira y publicaron el álbum en directo 80/88 , que se convirtió en su único disco de oro. Convivir con Antonio Vega no era fácil ni para su primo ni para los otros dos componentes de Nacha Pop. No es que coqueteara con las drogas. Es que se hundió en ellas.

En 1991, Vega emprendió su carrera en solitario y publicó No me iré mañana , en el que incluyó su triste himno a la heroína, Se dejaba llevar por ti . Crear discos originales como Océano de sol o Anatomía de una ola era un esfuerzo superior a sus (escasas) fuerzas. Sus admiradores tuvieron que esperar desde 1998 hasta el 2005 para disfrutar de un nuevo trabajo: 3.000 noches con Marga .