La escritora española más leída y menos valorada del siglo XX, Corín Tellado, falleció ayer a los 81 años en su casa de Gijón. La reina de la novela rosa --que nunca vivió en carne propia las pasiones que escribió-- tenía una salud delicada. Desde 1990 recibía tres sesiones semanales de diálisis. Sin embargo, y a pesar de no poder escribir, continuaba dictando sus relatos. El pasado miércoles entregó el último.

La prolífica María del Socorro Tellado López (que nació en el pueblo pesquero de Viavélez, Asturias, en 1927) es, después de Miguel de Cervantes, la autora hispana más leída en el mundo. Lo certifican los 400 millones de ejemplares vendidos de sus más de 4.000 títulos, algunos de ellos publicados en 27 idiomas.

UNA CORAZA COMO ESCUDO María del Socorro nació tímida, defecto que combatió sacando a relucir su lado agresivo. De hecho, nunca pudo desprenderse de su fama de mal genio. La filóloga Angeles Carmona --que escribió su biografía en el 2002-- asegura que su fuerte carácter era solo una coraza. Con ella se defendía de los "insultos gratuitos" de los críticos, así como de las excesivas exigencias de una industria editorial que, según ella, la exprimió. Durante sus años mozos, Tellado escribía una obra a la semana. Su jornada empezaba a las cinco de la mañana. Antes de comer, ya había escrito 50 folios. Al terminar el día, se había fumado unas cinco cajetillas de tabaco.

El amor por los libros le llegó muy pronto. La autora de Atrevida apuesta fue una niña con síndrome de patito feo. A falta de hermanas (tenía cinco hermanos varones) jugaba con sus primas, pero no conseguía estar a gusto entre tanto cisne bello. A falta de otros compañeros de juego, los libros se convirtieron en sus mejores aliados. Con 17 años, escribió su primer relato y lo leyó delante de su familia para dejar claro que ella tenía más talento que sus hermanos.

Apenas un año más tarde, su padre enfermó y ella ejerció de cuidadora. La incipiente autora aprovechaba las noches en vela para escribir. Cuando él falleció, ella ya tenía clara su vocación. La escritura, además, se convirtió en una necesaria fuente de ingresos. Antes de marcharse de Cádiz y regresar a su Asturias natal, un librero con olfato puso en contacto a Corín Tellado con la editorial Bruguera, que en 1946 publicó su primera novela, Atrevida apuesta , por la que la autora ganó 3.000 pesetas. Ahí nació una relación profesional con Bruguera que duró 40 años.

CUATRO AÑOS CASADA Con sus historias de amor, Corín Tellado se convirtió en la reina indiscutible de los quioscos. Su vida sentimental, sin embargo, no tuvo nada que ver con las pasiones que tan bien escribía en su Olivetti. Su matrimonio con Domingo Egusquizaga solo duró cuatro años. "En la cama se comportó, pero era un payaso, así que un día le dije que se largara, que no le quería ver", contó en una entrevista. En aquella ocasión, la escritora confesó que su deseo incumplido era, precisamente, "no haber tenido una vida feliz al lado de un hombre".

Tras largar a su marido, Corín Tellado continuó escribiendo sin descanso sus folletines con el mismo objetivo que cuando empezó: ser independiente y sacar adelante a su familia (ahora no tenía hermanos a los que mantener, pero sí dos hijos).

El Partido Popular de Asturias --partido que ha contado con su voto-- calificó ayer a la fallecida de mujer adelantada a su época. Lo fue. Sus obras estaban inundadas de mujeres que vestían pantalones, fumaban y viajaban solas, una auténtica osadía en los años 50. "Yo escribo cosas que a los demás les gustaría vivir", declaró una vez la autora de obras como Tu pasado me condena , Bendita equivocación o Déjame ayudarte .