El cómico valenciano Antonio Ozores ha fallecido hoy en Madrid, a los 81 años, a consecuencia de una larga enfermedad. Sus restos mortales, que se encuentran en el tanatorio de La Paz de Tres Cantos en Madrid, serán incinerados mañana jueves, según ha informado la Academia de Cine en un comunicado.

Ozores, nacido en Burjasot (Valencia) en 1928, ha sido uno de los actores más prolíficos del cine español. Participó en más 160 películas, 200 obras de teatro y varias series de televisión y radio. Miembro de la quinta generación de una familia de actores, era padre de la actriz Emma Ozores y hermano del director Mariano Ozores y del actor Antonio Ozores.

Pertinaz secundario o coprotagonista de sainetes y comedias, durante casi dos décadas acierta a componer, con notable talento, un tipo cómico. Sus numerosísimas intervenciones en teatro, revista y cine le llevan a una progresiva economía gestual que se verá sustituida por una oralidad atropellada que recuerda a su hermano José Luis y al mexicano Cantinflas.

Muy popular por una forma de hablar ininteligible, Ozores seguía en activo porque, como le gustaba decir, "siempre hará falta un señor mayor en una película". Una de sus más recordadas intervenciones fue en el concurso de televisión Un, dos, tres... responda otra vez.

SIETE DÉCADAS DE PROFESIÓN

Tras siete décadas en la profesión, seguía recibiendo homenajes y premios; el último, el del Festival de Cine de Alicante, que le otorgó en su última edición uno de esos galardones a toda una vida: "He trabajado muchísimo y quedamos pocos, porque todos se han muerto. Me dan homenajes, porque no estoy más que yo. Me da igual cómo vaya a ser recordado. Como no voy a estar, que piensen lo que quieran", decía.

Ozores comenzó a trabajar en el teatro en la década de los 40 en la compañía de teatro de sus padres. Debutó en el cine en El último caballo (Edgar Neville, 1950) y durante cinco décadas combina cine, teatro, revista y televisión.

En 1983 dirigió la película Los Caraduros, y en 1985 La varilla de Saurí, primer Goya a Mejor Largometraje y prenominada a los premios Oscar. Se la considera la mejor película de su carrera.