El poeta y escritor José Antonio Muñoz Rojas, una de las grandes voces de la Generación del 36, murió plácidamente ayer en su casa malagueña de Antequera, donde el 9 de octubre habría cumplido cien años. Hace diez días le visitó su amigo el escritor Juan Benítez y le preguntó cómo estaba. Rojas le dijo: "Aquí, esperando". "¿Esperando el qué?", le preguntó Benítez. "La muerte", contestó.

El poeta se había negado en los últimos días a ingerir alimentos sólidos y estaba convencido de que se iba a producir en breve su fallecimiento.

Muñoz Rojas se mantuvo ajeno a las celebraciones y homenajes, como los programados con motivo de la próxima celebración del centenario de su nacimiento.

LECTOR EN CAMBRIDGE Nacido en Antequera el 9 de octubre de 1909, se licenció en Derecho en Madrid, informa Efe.

Fue lector de Literatura Española en la Universidad de Cambridge, donde realizó la tesis sobre Literatura Comparada. Regresó a España en 1947 y a comienzos de los años cincuenta se trasladó a Madrid, residiendo desde entonces entre la capital de España y su pueblo natal.

En Madrid se hizo cargo de la Sociedad de Estudios y Publicaciones del Banco Urquijo, y compatibilizó esa actividad con la literatura. Perteneciente al grupo de poetas neorrenacentistas, José Antonio Muñoz Rojas fue fundador, junto a José Antonio Maravall, Leopoldo Panero y José R. Santeiro, de la Nueva Revista , al tiempo que mantuvo contactos con varios poetas de la Generación del 27.

EXPRESION DE LO AUTENTICO Su obra poética comienza en 1929 con Versos del retorno y continúa con el poemario Ardiente jinete , con el que en 1934 obtuvo el tercer premio del Certamen Nacional de Literatura.

El canto de lo cotidiano, la importancia de la palabra poética y la expresión de lo auténtico es lo que caracteriza su obra a partir de 1939, de la que destacan sus Cantos a Rosa (1943).

Autor también de obras en prosa, destacan: Historias de familia (1945), Las cosas del campo (1953), Las musarañas , (1957), y de los diarios Dejado ir: estancias y viajes (1995).

En 1998 recibió el Premio Nacional de Poesía, que concede el Ministerio de Cultura, y en el 2002 el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por el conjunto de su obra.