Robert Segura, uno de los grandes de la historia del cómic en España, falleció en su casa de Premiá de Mar el pasado jueves por causas naturales, según se supo ayer. Segura creó personajes tan entrañables como el solterón Rigoberto Picaporte (1957), Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón (1959), La alegre pandilla (1963) o La panda (1969). Posteriormente, y ya en Ediciones B, vieron la luz nuevos personajes como don Roge y doña Lisístrata.

Nacido en Badalona el 14 de febrero de 1927, y tras colaborar en diversos medios, trabajó durante casi 40 años en Editorial Bruguera y "hasta su jubilación en 1992 vivió casi como un anacoreta, dedicado en cuerpo y alma a sus personajes", señaló ayer su editor en Ediciones B, Manuel de Cos. Su única familia eran sus creaciones, puesto que nunca se casó y no tenía ni hijos ni hermanos. Estaba dotado de una fina ironía que plasmaba en todas sus historietas, ya que era el autor de los dibujos y también de los textos.

"Se ha ido uno de los grandes", afirmó Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón. En esto coincidían todos los amantes del cómic español. El año pasado, con motivo del 50º anivesario de Rigoberto Picaporte, Ediciones B publicó un libro conmemorativo en el que al mítico solterón le acompañaban otros célebres personajes de Segura.

En la introducción, el escritor Francisco González calificaba a Segura de "clásico en tono mayor" y recordaba que Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte, es un personaje que nunca morirá. "Vean si no, que estamos de lleno en un mundo de pisitos single y citas por internet", recordaba Ledesma.