Presentado a concurso en Venecia, el primer largo de Ivan Ayr es un filme de polis como pocos se han visto: se sitúa en Nueva Deli, sus protagonistas son mujeres y el principal crimen a resolver parece irresoluble. La policía Soni y su superior Kalpana (se abren paso como pueden en una sociedad regida por micro y macromachismos, en la que demasiados hombres no pierden oportunidad en hacer creer a las mujeres que sus vidas son intrascendentes. Filmada en tomas largas, sin efectismo pero sin compasión, Soni ejerce un amargo embrujo.