Como de costumbre en los últimos años, la cartelera se atiborrará en las próximas semanas más que los alrededores de Zara durante las rebajas. A las pantallas llegará una variada oferta de películas que incluye repartos estelares, relatos de género dispuestos a proporcionar escapismo o darnos material de reflexión, y algún animal cantarín para complacer al niño que llevamos dentro, o al que nos ha tocado sacar a pasear.

Un desfile de estrellas / La cartelera funcionará estos días a la manera de una larga alfombra roja. Jennifer Lawrence y Chris Pratt protagonizan Passengers (estreno 30 de diciembre) o, como ha sido definida por ahí, «Titanic en el espacio». Martin Scorsese ha contado con Liam Neeson, Andrew Garfield y Adam Driver para hacer realidad la película que lleva 25 años queriendo dirigir, Silencio (5 de enero), sobre dos jesuitas perseguidos en el Japón del siglo XVII. Assassin’s creed (30 de diciembre) pone sobre Michael Fassbender y Marion Cotillard la responsabilidad de replicar el monstruoso éxito del videojuego en el que se inspira. Pero el más imponente reparto lo aporta Belleza oculta (23 de diciembre), que para hablar del amor y la muerte ha reunido a Will Smith, Keira Knightley, Kate Winslet, Edward Norton y Helen Mirren.

Palomitas recalentadas / Que la originalidad tiende a sobrevalorarse es algo que estas películas dejarán claro: la recaudación de algunas de ellas superará el PIB de varios países. ¡Canta! (22 de diciembre) tiene un argumento que mezcla Zootrópolis y Operación Triunfo y el mismo equipo de productores que Gru, mi villano favorito, así que sabemos qué esperar de ella: mucho gag tonto, ñoñería en grandes dosis y un par de chistes de pedos. Rogue one: Una historia de Star Wars (15 de diciembre) puede ser definida como un relato derivado de Star Wars o directamente como un abuso más a la gallina de los huevos de oro. Y Fiesta de empresa, ya en los cines, ha sido concebida a imagen y semejanza de Resacón en Las Vegas: adultos que se despendolan. En esta categoría también se puede añadir al éxito de una película con sello aragonés, Villaviciosa de al lado, de Nacho García Velilla que con su historia de la lotería de Navidad que toca en un local de alterne de una pequeña localidad, ha conseguido ya, se estrenó el pasado 2 de diciembre, una gran cifra de taquilla. Los rostros televisivos en el reparto (entre el que se colocó el oregonés Jorge Asín) y un guion desenfadado han conformado un pack de éxito.

Otros títulos, eso sí, demuestran que para atraer a la gente al cine no hace falta tratarla de idiota. Comanchería (30 de diciembre) mezcla el cine de atracos y el wéstern, pero también la denuncia social: sus protagonistas son ladrones de bancos y bancos que roban. En Desierto (5 de enero), un grupo de espaldas mojadas son perseguidos por un vigilante psicópata: la crítica idónea a la América de Trump. Train to Busan (5 de enero) mete a un montón de zombis en un tren para reflexionar sobre cómo el pánico convierte al ser humano en monstruo. Y Contratiempo (5 de enero), lo nuevo de Mario Casas, habla de un empresario que un día despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante, y así medita sobre los peligros de la búsqueda desmedida del éxito.

Vidas empaquetadas / Dado que el biopic es uno de los géneros más sobreexplotados, no hay razón por la que no estuviera generosamente representado en la cartelera navideña. De Pelé, el nacimiento de una leyenda (estreno 30 de diciembre) poco hace falta decir que no quede ya claro en su título, y tampoco Michelle & Obama se anda con misterios: reconstruye la primera cita de una de las parejas más destacadas del siglo XXI. Por su parte, El infiltrado recuerda la historia de Bob Mazur, responsable de una de las mayores operaciones antidroga de la historia. Y Las inocentes rememora el caso real de unas monjas polacas que quedaron embarazadas tras ser violadas por soldados rusos al acabar la segunda guerra mundial. Un antídoto para tanta alegría empaquetada.

Navidades en V.O / Tampoco los amantes del arthouse van a aburrirse en estas fechas. El tesoro (16 de diciembre), de Corneliu Porumboiu, cuenta la búsqueda de un ídem, pero se trata de una búsqueda al estilo rumano, lo que significa que está llena de miseria, depresión y hostilidad. Pero también llena de irresistible humor negro. Frantz (30 de diciembre), lo nuevo de François Ozon, reflexiona sobre el dolor, la culpa y las secuelas que deja la guerra. Y Solo el fin del mundo (6 de enero) utiliza la historia de un joven que vuelve al hogar a explicar a su familia que se muere para demostrar por qué el cine de su director, Xavier Dolan, divide tan agresivamente al público entre fans y haters.

En definitiva, sin necesidad de rebuscar mucho, lo que uno se encuentra es una cartelera para todos los gustos que intenta atrapar al espectador sumido en época de compras navideñas pero que todos los años lleva a las salas de cine a conseguir sus mejores registros del año. La clave, sin embargo, es atraer a un público poco habitual y el siempre tan buscado espectador infantil que, en época de vacaciones escolares, acude en masa a los cines de la mano de la familia. Una de las incógnitas en estas fechas tan señaladas será además dilucidar qué estrenos consiguen consolidarse en la cartelera y se constituyen como un éxito y logran superar las fiestas.