"Bucear en mis fotos fue como entrar en una excavación arqueológica. Susan Sontag, que estuvo conmigo durante los años que recorre esta obra, solía quejarse de que no tomaba suficientes fotos personales". Annie Leibovitz, la gran fotógrafa norteamericana, explica cómo se gestó A photographer´s life 1990-2005, que además de un libro es una muestra itinerante organizada por el Brooklyn Museum de Nueva York, donde estará hasta el 21 de enero.

La idea nació tras la muerte de Sontag, en diciembre del 2004. Leibovitz quería repartir un pequeño libro con imágenes de la escritora entre sus amigos. Poniendo en orden los archivos comprobó que tenía muchas más fotos familiares de las que imaginaba, y decidió incluirlas en la retrospectiva. "Yo no tengo dos vidas. Tengo una, y todas las imágenes forman parte de ella: las personales y las profesionales". Así repasa los últimos 15 años, a través de 200 instantáneas de su álbum familiar (el nacimiento de sus tres hijas, la muerte de su padre), los retratos políticos (Bill Clinton, George Bush, Colin Powell), las estrellas de Hollywood (Demi Moore embarazada, Brad Pitt, Nicole Kidman), William S. Burroughs en Kansas, los bellos paisajes del oeste norteamericano o el enigmático desierto de Jordania.

Poderosas imágenes capturadas por el objetivo de esta hija de un militar judío nacida en Connecticut hace 57 años que se enamoró de la fotografía en un curso nocturno mientras estudiaba pintura en el San Francisco Art Institute. En 1970 entró en la revista Rolling Stone, donde firmó la portada de John Lennon y Yoko Ono justo el día en el que lo asesinaron.