Sin ser un grupo de heavy metal, sino de rock y blues con acentos sureños y hard, ZZ Top ha atraído siempre a abundante público afín a los sonidos más aguerridos. Como el que esta noche le acogerá en el festival Rock Fest Barcelona, donde actúa con honores de cabeza de cartel. Con 50 años de trayectoria a sus espaldas, ZZ Top cuenta con clásicos acuñados en los 70 (La Grange, Tush) y numerosos hits de su período de eclosión comercial en los 80, como Gimme all your lovin’, Sharp dressed man o Legs. Ocho años después de su última actuación en Barcelona, el grupo tejano regresa con un repertorio de logros de toda su carrera. Su cantante y guitarrista, Billy Gibbons, responde a un cuestionario de este diario por correo electrónico.

—Están celebrando su 50º aniversario como banda. Es muy inusual encontrarse con un grupo que conserva los mismos integrantes después de un período tan largo de tiempo. ¿Cómo explica esta longevidad y esa fidelidad entre ustedes?

—No hay ningún secreto, la verdad. Simplemente nos lo pasamos muy bien dedicándonos a esto desde hace tanto tiempo y nos limitamos a seguir adelante. Viajamos en tres autocares separados, y eso ayuda a que mantengamos el factor diversión en un punto alto. De este modo, cuando llegamos a la ciudad en la que tenemos el concierto, es como una nueva reunión cada vez.

—Acaban de publicar una recopilación, ‘Goin’ 50’, con 50 canciones de todas sus épocas en un triple CD o en una caja de cinco elepés, además de la versión reducida de un compacto. ¿Conciben la antología como una manera de tratar de llegar a nuevos oyentes? ¿Qué les gustaría que la gente joven viera en ZZ Top?

—Sí, ¡eso es! ‘Goin’ 50’ representa una buena manera de capturar lo que ha banda ha construido a lo largo de estas cinco décadas. Es como un libro de texto sobre ZZ Top y, por supuesto, mirando hacia atrás constituye una buena operación de actualización. Parece que la generación más joven ha pillado el mensaje: ¡no dejes que se pierda el blues!

—Cuando tenía 18 años, antes de formar ZZ Top, en 1968, tenía una banda llamada Moving Sidewalks con la cual teloneó a Jimi Hendrix en cuatro conciertos por Estados Unidos. ¿Cómo lo recuerda?

—Jimi era un tipo cálido y muy genuino, además de bastante tímido cuando estaba fuera del escenario. Al subir al escenario y situarse frente al público se convertía en el artista asombroso que ha pasado a los anales de la historia. El contraste era realmente remarcable. Disfrutamos pasando algún tiempo con él y teniendo la oportunidad de conocer ambos perfiles de su personalidad. Vivir aquello fue todo un privilegio.

—El rock se sofisticó en los años 70 alrededor de corrientes como la progresiva o el mismo hard rock, con exhibicionismo instrumental y largos solos. ¿ZZ Top quisieron representar entonces la esencia del rock y el blues en una versión cruda y sin pretensiones?

—Pues sí. Para ZZ Top, el blues sigue siendo la raíz de lo que somos. Nos gusta vernos como intérpretes de esa forma de arte. ¡Porque no puedes ser un Muddy Waters mejor que el mismo Muddy Waters! Nuestra manera de tratar de aportar un enfoque fresco a la simplicidad es lo que lo hace interesante.

—Su clásico ‘La Grange’ se inspira supuestamente en un burdel en la localidad tejana de ese nombre. ¿Un lugar familiar para ustedes? ¿Qué simboliza?

—Sí, aquella localidad era famosa, quizá de un modo infame, por su popular institución, que fue objeto de la canción y que lo sería también de la película La casa más divertida de Texas. Visitarla era una especie de rito iniciático para los jóvenes tejanos deseosos de tener una experiencia vital.

—ZZ Top era ya una banda veterana cuando el álbum ‘Eliminator’ (1983) la llevó a otro nivel de popularidad. ¿Cuál es su percepción actual sobre aquella segunda juventud del grupo en los años 80, cuando llegaron a incorporar sonidos de sintetizadores y grabaron vídeos muy populares?

—Cuando se publicó ‘Eliminator’ llevábamos ya, en efecto, más de una década como banda, pero seguíamos explorando y experimentando. En aquel momento nos encontramos con una tecnología innovadora para la época, y decidimos que podría ser interesante subirnos al carro. Esa apertura de mente condujo a aquel disco, que gustó a bastante gente.

—Las referencias mexicanas e hispanas han sido siempre habituales a su obra: títulos como ‘Tres hombres’, ‘Degüello’, ‘El loco’ y tantos otros. ¿Qué representan el imaginario hispano y la fonética española para ustedes?

—Debe tener presente que la frontera más larga en los contornos de Texas no es la de Louisiana, ni la de Oklahoma, ni la de Arkansas, ni la de Nuevo México: es la frontera con el viejo México y es de ahí de donde procede nuestro contacto con esa cultura tan relevante: la comida, la música, la lengua, la gente... Es parte de la rica tradición que engloba ZZ Top.

—Este año los tres miembros del grupo cumplen los 70. ¿Imagina a ZZ Top en activo en los tiempos venideros?

—Es difícil de imaginar que ZZ Top no esté en activo en el futuro próximo. Esto es lo que llevamos haciendo durante mucho tiempo y nuestro propósito es seguir tanto tiempo como podamos.