La historia de México y sus conquistadores son los protagonistas de la novela Tlaxcala. El aliado de Hernán Cortés (Dykinson), primera obra de ficción del psicólogo y escritor José María Buceta. Extensamente documentada, esta mezcla de "novela histórica" e "historia novelada" traslada la historia de la conquista de México al siglo XXI, de la mano de un psicólogo que se enamora del país durante un viaje de trabajo.

En 1519, cerca de cuatrocientos hombres desembarcaron en la costa del Golfo de México en busca de oro y gloria. Su jefe, el extremeño Hernán Cortés, tenía como objetivo conquistar la ciudad de Tenochtitlan, capital de los culhua-mexica, el pueblo más avanzado, poderoso y rico de ese Nuevo Mundo. Buscando liberarse de sus opresores mexica, algunos grupos autóctonos se unieron a los conquistadores y entre ellos se encuentra el pueblo de Tlaxcala.

"Describo la historia de Cortés desde el punto de vista del liderazgo y las relaciones humanas", detalló el autor. "Me fascina la idea de que le califiquen de ´inventor de México´ por haberse dado cuenta que se podría hacer un gran país con los pueblos que habitaban allí", puntualizó.

La novela, ambientada en 2006, cuenta la aventura de Camilo Queimadelos, un catedrático de psicología que viaja por primera vez a México para impartir un seminario sobre liderazgo y, al enamorarse de una mujer más joven, descubre Tlaxcala. Cuando se da cuenta, se ve inmerso en una historia del siglo XVI, en la que se involucra no sólo como mero espectador.

LA TRAMA La historia de Tlaxcala, considerado durante siglos un pueblo "traidor" por haberse aliado a Cortés, sirve de telón de fondo para la trama, que explica las claves de la conquista de México y los comienzos de Nueva España desde la "perspectiva humana" de sus protagonistas.

Mediante la ficción, Buceta analiza el liderazgo, el valor, la lealtad, el mestizaje, las costumbres de la época, la religión y el papel de la mujer en aquel contexto, cuestionando mitos y prejuicios actuales y revelando la transcendencia histórica de Tlaxcala. Buceta subrayó también la importancia de doña Marina, conocida como La Malinche, "que no fue sólo la intérprete y amante de Cortés". "Ella contribuyó mucho a las negociaciones por entender muy bien el mundo indígena y comprender el espíritu de Cortés", explicó.