Barcelona ha sido el lugar de las primeras veces para Mario Vargas Llosa. Aquí escribió su primera novela, ganó su primer premio importante --el Biblioteca Breve-- y dejó de ser inédito como escritor. También será, hoy y mañana, la ciudad en la que el peruano se subirá por primer vez a un escenario como actor. "Y quizá sea ésta la última vez, porque aún no sé si sobreviviré a la experiencia", bromea destacando su carácter amateur .

Será en el Teatro Romea, junto a Aitana Sánchez-Gijón, con dirección de Joan Ollé, en el marco del Año del Libro y la Lectura, en una experiencia insólita que el autor de Conversación en La Catedral define como un combinado "de lectura e interpretación".

LA HOJA DE RUTA "Hemos intentado leer los fragmentos literariamente mejor iluminados, los que tienen un cráter de mayor impacto", añade. Será una hoja de ruta de algunas de sus lecturas que ha tomado prestado el título de uno de sus libros de ensayo literario, La verdad de las mentiras . "Con ello quise decir que las vidas ficticias de los libros a veces son más reales que las personas de carne y hueso, y como tales quedan en nuestra memoria".

Un fragmento de El Quijote abrirá el fuego en el escenario. Seguirá El mono , un cuento de Isak Dinesen --la autora de Memorias de Africa -- que fascina particularmente al autor.

El cuento de William Faulkner, Una rosa para Emily , y dos hitos del relato latinoamericano cerrarán el programa. El terrible El infierno tan temido , del uruguayo Juan Carlos Onetti y la más carismática de las historias de Jorge Luis Borges, El Aleph .