Rith Bouf son unos románticos musicales, un movimiento urbano, constante, puro y moderno para seguir creciendo en un panorama lleno de competitividad y mucha ilusión por vivir de lo que verdaderamente les apasiona: la música. Este viaje de incertidumbre comienza hace varios años, en la capital pacense; dos amigos que estudiaron comunicación audiovisual se encontraron en el camino: Abalorio (Víctor Manuel Botello, Badajoz, 1992) y Needy (Sergio Hernández García, Plasencia,1992) son los artífices de ‘Boleros de Cristal’, un álbum que se une a la lista de dos EP anteriores y varios singles. La presentación oficial de este disco se ha visto interrumpida por el estado de alarma y el confinamiento. Víctor y Sergio se turnan en una videollamada para responder a las preguntas de esta entrevista en la que sueñan con hacerse un hueco en el mercado extremeño y prometen con sus melodías una montaña rusa llena de emociones y buen rollo.

-El disco salió en marzo, ¿les ha dado tiempo a presentarlo de forma oficial en concierto?

-Al igual que le ha pasado a muchos grupos, el estado de alarma empezó en pleno lanzamiento. Esa misma semana teníamos entrevistas con diferentes medios de comunicación de Extremadura y Madrid, además de conciertos cerrados y otros en negociación. El trabajo está gustando mucho, con muy buenas críticas y una gran aceptación. Todo iba muy bien y entonces ocurrió esto...

-¿Están satisfechos con el resultado?

-Sí. Son ocho canciones y al público le va encantar. Nos fascina bastante, creo que es un disco que nos identifica, porque se nota una evolución, un salto de calidad (tanto en lo musical como en los videoclips), y que contamos cosas diferentes. Algunas un poco más tristes y otras más alegres, en definitiva, lo que hemos querido reflejar, es que la experiencia de escuchar el álbum al completo sea como una montaña rusa de emociones.

-¿Qué les inspira de Extremadura en sus temas?

-Numerosos elementos porque es nuestra raíz y nuestra casa, donde conectamos con la esencia más pura (familia, amigos...). Extremadura es algo que nos hace mucho bien. Y estamos enamorados de nuestra tierra, la llevamos siempre en la boca como bonita, como calidad de vida y como un sitio que debe conocer el máximo número de personas.

-¿Por qué en España se sigue tratando el rap como si fuera aún algo underground cuando hace años que dejó de serlo?

-No lo sabemos, pero es así tristemente. El rap está tan extendido como el rock y el pop: ves las cifras de reproducciones en internet y queda claro. Pero en España no se habla de ello, parece que se quiere obviar. No se le da espacio en las grandes radios y televisiones. El rap es mainstream y lo único que nos queda es que los medios constaten el hecho.

-En clave de humor, ¿hip hop o hula hoop?

-El hula hoop, un gran aliado y una forma muy divertida de reducir la cintura.

-¿Qué importancia tiene hoy, en pleno siglo XXI, lo audiovisual (el videoclip) como herramienta de promoción, en el difícil camino al éxito de una banda, sea cual sea su género musical?

-El videoclip es una herramienta de marketing necesaria para amplificar el impacto de una canción. Además, ayuda a fijar la imagen de sus intérpretes generando un aura de fantasía, misticismo y glamour, necesarios para destacar entre tanta oferta musical. Si se hace bien, siempre es un punto a favor. También, puede ser un vehículo de expresión artística interesante a modo de carta de presentación.

-¿Los músicos actuales saben comunicar?

-Aquellos que enfoquen su participación en redes solo para la promoción de sus trabajos no tendrán el mismo triunfo que los que creen también contenidos para generar comunidad y conversación. El artista ya no es sólo un cantante, ahora debe ser un comunicador.

-¿Y cómo está afectando la crisis del coronavirus a la música?

-El mundo de la música y el espectáculo es un abanico muy amplio y todo está totalmente parado, con muchísima incertidumbre, hay festivales que dan por hecho que van a cancelar. El daño va a ser gigante, como en muchos otros sectores. Todo lo que se diga ahora mismo son conjeturas y habrá que ir viendo el día a día, siempre de manera positiva.