TUtn chico humilde está enamorado desde la infancia de la hija de un millonario para el que trabaja, pero no se atreve a confesarle sus sentimientos. Su vida cambia cuando entabla amistad con una mujer madura que se ofrece a ayudarle para que consiga conquistar a la joven bajo la premisa de que toda mujer puede ser seducida.

Este argumento podría ser el de una típica comedia romántica norteamericana protagonizada, ¡cómo no!, por Meg Ryan, que hasta tiene la edad que requiere el personaje. Pero es una coproducción italo-española e incorpora otros temas como la dependencia de la droga, el suicidio y la culpa que deja en los vivos, el dolor de la orfandad o la adicción al juego. Y esto es lo mejor del filme, que intenta huir de los caminos establecidos y saltarse los tópicos.

Su artífice es el actor Silvio Muccino que debuta como director adaptando una novela suya que obtuvo un gran éxito en Italia e interpreta al protagonista. Podría haberse visto tentado a hacer algo así como un capítulo largo de su filme más conocido, ´Manuale d´ amore´, pero opta por cambiar el humor por el tono realista y un tratamiento mucho más dramático y oscuro. Muccino disecciona a sus personajes, se nota que los conoce bien y los trata con cariño, pero también nos muestra sus defectos. Al inicio, la muchacha le explica que su amor es imposible porque él es Blancanieves y ella, la bruja mala. Pero a lo largo del metraje veremos que ninguno de los personajes es tan bueno ni tan malvado como parece. Afortunadamente para el espectador, todos tienen aristas.

La película puede gustar o no, pero lo que nadie negará es la valentía y la ambición de plantear problemas que se suelen esconder, aunque los resultados no siempre sean perfectos.