Después de 23 años dedicado a participar en ferias, colaborar con galerías con el Grupo Marchantes, que fundaron su hermano y él, Ramón Gómez ha abierto una galería de arte en la localidad extremeña La Zarza, a pocos kilómetros de Mérida, donde vive hace quince años. Este experto en arte nacido hace 44 años en Barcelona y casado con una zarzeña, ha decidido impulsar el arte de dentro y fuera de Extremadura con este proyecto, que se suma a las galerías de arte contemporáneo de la región (las galerías María Llanos, El Punto Rojo y Angeles Baños).

Una muestra de 14 artistas es su primera propuesta. En sucesivas exposiciones abrirá su espacio a obra de artistas actuales o de la vanguardia histórica del siglo XX, a los que su grupo representa, como Picasso, Miró, Tàpies, Chillida, Saura o Barceló y de otros, como Sicilia o Barceló, en los meses de verano, cuya obra "procede de fondos de arte y galerías que la cederían para exponerlas aquí", afirma Ramón Gómez. Desde septiembre la galería ampliará su campo de acción al arte conceptual con fotografía o vídeo.

Gómez ha elegido La Zarza como sede de su espacio cultural (Gaz: Galería La Zarza) por ahorrar costes. El lugar es propio y amplio, un local de 300 metros cuadrados, de los que 150 metros cuadrados se destinan a exposiciones y a albergar su fondo de arte. "Es una galería normal, humilde, --declara el galerista-, que quiere hacer cosas poco a poco, con artistas interesantes de Extremadura y Andalucía fundamentalmente".

Creadores que trabajan en el entorno rural y con un carácter costumbrista son los elegidos para la primera exposición. Son Soledad Aza, Juan Luis Campos, Juan Antonio Martín Santos, Angel Luis Iglesias, Guennadi Ulibin, Ricardo Sánchez, Leo, Ventura Mur, Calderón Paredes, Alfonso Berral, Ramón de Arcos, Rafael Cerdá, Polo y Javier Guerrero. Este último es de La Zarza, que nunca ha expuesto.

¿Es un buen momento para abrir una galería en Extremadura? "Nunca lo es. Nunca lo sabes", afirma Ramón Gómez, quien alaba la valentía de los escasos galeristas que hay en la región.

Si la coyuntura económica afecta al arte actual, al de las vanguardias históricas no llegan sus efectos. "Está en un momento dulce. Las grandes fortunas se refugian en este arte o en los diamantes, porque son un valor seguro".