En Semana Santa, la cultura se refugia en los museos. Los teatros, las salas de músicas (pero no las públicas de cine) cancelan sus programas y los visitantes solo tienen oportunidad de revisitar algunas creaciones artísticas. Extremadura mira dentro de sí y hacia fuera, en un movimiento característico de la región, que habla de su propio pasado y convoca otras visiones foráneas del mundo que completen la mirada local. He aquí un recorrido por algunas de las experiencias más sugerentes en las principales ciudades de la comunidad autónoma.

T1t ´Más allá de la realidad´. Compromiso de Eugene Smith en blanco y negro .

Nadie debería perderse esta exposición del fotógrafo estadounidense W. (por William) Eugene Smith. No se trata exactamente de una panorámica biofotográfica, pero se le acerca. Un mundo en blanco y negro (muy negro), con tonalidades críticas, y de denuncia en ocasiones, comparece en unas 200 imágenes, que arrancan con el reportaje que más interés puede despertar entre los extremeños, el que realizó en España en 1951, fundamentalmente en el pueblo cacereño de Deleitosa, para trazar un retrato aproximado del país bajo la dictadura: estampas de muertos, de guardias civiles, de ancianos, de niños, un lienzo de pobreza, pero no de tragedia. De las fotografías de Smith podría decirse que el texto es el mismo y el contexto diferente: sea en España, en Africa, en el sur estadounidense, en Japón o en Pittsburgh, su enfoque es similar: las vidas dificultosas de gente sin grandes posibles. Resulta incitante establecer paralelismos entre sus imágenes y su vida, pero no hay modo: el hombre obsesivo, agarrado al alcohol y las drogas, perfeccionista, conflictivo, no aparece por ninguna parte: ni en la vida del doctor Ceriania ni en la enfermera Callen. Solo el encuadre perfecto, el tono sombrío y la elección del motivo. En última instancia, ecos de un grito personal trasciende en la última serie dedicada a los afectados por los vertidos de una fábrica en un pueblo japonés: una denuncia que redime (pero ya no salva) a sus víctimas.

T2t ´Aguafuertes de Rembrandt van Rijn´. Miniaturas del grabado .

Justo enfrente de la exposición dedicada a Smith, otro cronista de su tiempo: Rembrandt. Procedente de una colección privada de Milán, los 68 grabados expuestos en la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros, adoptan también una cronología que cubre gran parte de los años del artista holandés, entre 1628 (había nacido en 1608), cuando realiza el retrato de su madre expuesto en Cáceres, y 1661 (morirá en 1669), cuando trabaja en la pasión de Cristo. Numerosas obras son de pequeño formato (tanto, que pueden conseguirse lupas en el mismo edificio para observarlas con detalle). He aquí otro artista, como Smith, cuya vida zarandeó la ruina económica y personal (dos hijos murieron y en un parto murió su mujer). Hay aquí retratos, desnudos y numerosas obras de carácter religioso, que dan la medida de un hombre del barroco.

T3t Pinturas del Monasterio de Guadalupe en el Bellas Artes de Badajoz

Reclamado por el prior del Monasterio de Guadalupe, el pintor sevillano Pedro José de Uceda pasó los últimos años de su vida en el cenobio extremeño cumpliendo el encargo de decorar el camarín de la Virgen con una serie de pinturas al temple. Al término de su cuarto año en el monasterio murió allí.

Más por su valor histórico que artístico, el conjunto de seis obras de Uceda, que el Museo de Bellas Artes expone en su sección La obra invitada , se completaría, según el museo, con dos obras más. El monasterio, de acuerdo con el centro de exposiciones pacense, ha cedido hasta mayo estos seis cuadros de carácter religioso vinculados a la pasión, muerte y resurrección de Cristo (salvo el primero, Nacimiento de Cristo ).

T4t ´Piezas emeritenses del Museo Arqueológico Nacional´ .

En un periodo de obras de reforma en el Museo Arqueológico Nacional, este centro ha decidido prestar algunas de sus piezas a otros centros expositivos españoles. En el caso del Museo Nacional de Arte Romano, la muestra que puede verse hasta mayo, recupera su propio patri