Hace poco más de un mes, William Ospina (1954) recibía el prestigioso premio Rómulo Gallegos por El país de la canela , la segunda novela de su trilogía sobre la conquista del Amazonas. Ayer, en el segundo día de la Semana Negra de Gijón, el autor habló sobre la última entrega, que acabará en dos años: La serpiente sin ojos , una historia de amor en el ocaso de la vida del colonizador Pedro de Ursúa.

Ospina consideró superficial la polémica dentro de la literatura hispanoamericana, donde se le ha criticado y aplaudido por usar el lenguaje poético para narrar crudas historias, como las luchas intestinas de la colonización. "No hay una frontera" que separe lenguajes ni estilos porque "la poesía tiene que estar presente en todos los géneros", defendió.