A diferencia de Arthur Conan Doyle, Hening Mankell no ha matado (de momento) a su investigador. En otoño, Tusquets publicará una nueva novela protagonizada por Kurt Wallander, la más extensa e introspectiva de la serie, ´El hombre inquieto´. Wallander, un policía huraño, solitario y adicto al trabajo, es uno de los personajes más acabados de esta riada actual de novela negra, que, como otros, también ha pasado al cine y la televisión. La última muestra es una serie protagonizada por Keneth Branagh en el papel del inspector, que la cadena española Cuatro emitirá próximamente.

Ahora que cada editorial española cuenta con su propio detective y los escritores españoles aplican las fórmulas americana o inglesa a sus novelas, merece la pena rescatar los casos de Plinio, algunos de los cuales ha publicado Rey Lear. El es el mejor policía de ficción del siglo XX español. Sin moverse de su pueblo, Tomelloso, acompañado por el veterinario Don Lotario, como un Quijote y su escudero (o como un Holmes y su Watson), el personaje de jefe de la policía municipal creado en los años 60 por Francisco García Pavón destaca en ´Las hermanas coloradas´ o en el extraordinario relato corto ´El carnaval´, incluido en el volumen ´Plinio´.

Y aunque parezca que Europa haya tomado la delantera en el género negro, pocas novelas recientes tienen la potencia narrativa y el vértigo realista de ´El poder del perro´ (Mondadori), del estadounidense Don Winslow. En setecientas páginas levanta acta de la construcción del imperio de la droga en los últimos treinta años entre la América hispana (México, fundamentalmente, y Colombia) y Estados Unidos. Espionaje, violencia, mafia y guerra sucia componen un fresco de lectura adictiva.