El escritor cordobés Pablo García Baena, galardonado ayer con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, reconoció que la distinción "es un acicate" para continuar escribiendo, puesto que "la poesía salvará el mundo algún día".

Baena destacó que "no esperaba" este premio, que ha sentido mucha emoción al recordar "a todos los amigos y a la familia", y que a pesar del reconocimiento no sueña con los premios, porque no tiene "manías de coleccionar".

Para el escritor, la importancia del premio no reside en la cuantía económica, sino en la alegría de que se reconozca la obra en la que lleva trabajando más de sesenta años.

El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana está dotado con 42.100 euros, y es convocado conjuntamente por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca.

Este galardón, considerado como uno de los más importantes de este género, tiene como objetivo reconocer "el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común iberoamericano y de España".

Pablo García Baena, fundador y director de la revista Cántico (1947) junto con Juan Bernier y Ricardo Molina, es uno de los poetas que más ha influido en las nuevas corrientes de la poesía española y uno de los más representativos, a su vez, del movimiento que irrumpió a comienzos de los años 40 en su Córdoba natal y enlazó la Generación del 27 con la llamada Nueva Poesía.