Paris Hilton ha vuelto a hacer de las suyas. Sobre la 1.20 de la madrugada del pasado jueves, la policía de Los Angeles obligó a Hilton a parar su Mercedes. La heredera tuvo que hacer una prueba de coordinación que no fue capaz de superar y el examen de alcoholemia, que también suspendió, aunque por poco. Hilton dio el nivel mínimo necesario para una detención, que es del 0,08% en California. Según dijo a la radio Kiss FM, cuando la detuvieron iba a comprar una hamburguesa: "Me tomé solo un margarita y estaba hambrienta porque no comí en todo el día". A Paris (en la foto, regresando a su casa tras la detención) se la llevaron a comisaría, donde fue puesta en libertad a cargo de su hermana Nicky.