Como heredera de la extinta Gaudí, la Pasarela Barcelona se comprometió ayer a no contratar a modelos cuya delgadez dé una imagen "poco saludable". Eso, en tallas, quiere decir que en la edición de julio no se verán chicas a las que les quede holgada una "36 y medio".

"Si algún diseñador pide unas medidas que no son correctas nos negaremos", aseguró ayer el director de Pasarela Barcelona, Josep Maria Donat. Este alegato contra la anorexia llega tres días después del compromiso de la pasarela Gaudí Novias, dirigida por Paco Flaqué. No obstante, el director de la pasarela señaló que "en Barcelona nunca se han visto modelos con la 34". Donat mantuvo una reunión esta semana con las agencias de modelos que proveen a Pasarela Barcelona para ratificar el compromiso. De esta manera, dos organizadores de pasarelas admiten por primera vez lo que hasta ahora todos negaban: que una modelo de la talla 38 cabe en un vestido de pasarela, en contra de lo que mantenían la organización y los diseñadores de Cibeles cuando estalló la polémica por el grueso de modelos escuálidas que se vieron en la capital (fotos).