Extremadura cuenta con un importante patrimonio cultural que está presente, además de sus calles, iglesias, palacios y edificios, en sus museos. Por esta razón, la ruta que se propone incluye el Museo Vostell Malpartida, en Malpartida de Cáceres, y el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Comtemporáneo (MEAIC) en Badajoz, los dos buques insignias del coleccionismo público en la comunidad.

En el caso del de Malpartida fue fundado en 1976 por Wolf Vostell (1932-1998), artista contemporáneo nacido en Alemania, inventor de la técnica del décollage , padre del denominado Happening europeo y del videoarte, cofundador del movimiento artístico Fluxus.

En 1974 conoció el paraje de Los Barruecos, en Malpartida, donde se combinan la belleza geológica de las rocas graníticas, el agua de una presa y las instalaciones del lavadero de lanas, del siglo XVIII. Vostell proclamó la zona como "obra de arte de la naturaleza" y concibió la idea de crear un museo como expresión del arte de vanguardia, un lugar de encuentro del arte y la vida.

Integrado en el paisaje

Su idea se materializó y ocupó una extensión de unos 14.000 metros cuadrados en el edificio del Lavadero, que estuvo activo entre los siglos XVIII y XIX como complejo industrial dedicado a lavar lanas procedentes de la Mesta, aprovechando el agua de la charca llamada Barrueco de Abajo, la cual recorre sus instalaciones. Las naves que lo forman reciben el nombre de la funciones que cumplían: esquileo, pesaje, calderas, estiba, molino harinero, entre otras. Tras aprobarse abrir en sus instalaciones el Museo Voltell Malpartida, comenzó el proceso de rehabilitación y adaptación y pasados unos años, en 1998, concluyó la ampliación de la segunda fase del museo, que lo dejó tal y como hoy se puede admirar.

La colección inaugural estuvo compuesta por siete ambientes que son la referencia más original del museo. En 1976 se presentó la primera obra creada por Vostell, es un ambiente/escultura titulado VOAEX (Viaje de Hormigón por la AltaExtremadura) ; se trata de un coche empotrado en hormigón que aún se puede ver en medio del paraje natural. De 1978 le tocó el turno a El Muerto que tiene sed . Además de estos dos al aire libre destacan otros cinco: Fiebre del automóvil (1973), Depresión Endógena (1975-78), Réquiem por los olvidados (1986), Fluxus Buick Piano y Desayuno de Leonardo da Vinci en Berlín (1988).

La mayoría de estos elementos incluyen, entre otros objetos artísticos coches, televisores, y el hormigón. Especial mención merece la obra El fin de Parzival , ideada por Dalí en los años veinte y realizada por Vostell en 1988. A los ambientes citados se unen cinco esculturas Los toros de hormigón ; cuatro relieves Trashumancia , cuadros de gran formato, cuadros-objetos, dibujos y proyectos de esculturas. El último incremento de fondos procede de la Colección Fluxus, donada a Extremadura por el coleccionista italiano Gino di Maggio. Está compuesta por más de 200 obras de 301 artistas de procedencia europea, norteamericana y asiática, activos desde los años sesenta y representativos de la vanguardia artística. La colección está constituida básicamente por ambientes, instalaciones, cuadros-objetos, esculturas y partituras.

Las obras de españoles, portugueses y polacos la forman unas 60 que representan a 48 artistas, configurada mediante ambientes, instalaciones, esculturas y cuadros-objetos.

Resaltar, finalmente, que el Museo Vostell Malpartida ha sido concebido como espacio museístico de vanguardia donde confluyen el arte y la vida.

Es único en Extremadura, sin precedentes, alejado del concepto tradicional, singular dentro del panorama nacional e internacional, donde se encuentran y conviven el arte de vanguardia y la naturaleza.

El otro gran espacio museístico de la región, el MEIAC de Badajoz, ocupa el solar de la antigua prisión preventiva y correccional de la ciudad, construida en los años 50 sobre el baluarte militar del siglo XVII, conocido como Fortín de Pardaleras. A mediados de los 80 se demolió la vieja cárcel. El edificio actual es de nueva construcción y ha sido proyectado y edificado por el arquitecto José Antonio Galea.

El MEIAC es un ejemplo de rehabilitación de un inmueble, que en origen no tenía fines museísticos, con la particularidad de que en este caso no se trata de un templo o de un palacio, como es más habitual. Los edificios destinados a museo son dos: el central que se eleva a través de un panóptico evocador del antiguo carcelario y un segundo edificio destinado a servicios.

El central se utiliza como espacio expositivo y comprende el semisótano (2.400 metros cuadrados) y cuatro plantas circulares (340 metros cuadrados cada una). En el edificio anexo se localizan una sala de exposiciones, talleres, almacenes, biblioteca, centro de documentación, salón de actos, administración, cafetería...

Un tercer ámbito del museo es el espacio exterior constituido por jardines, estanques y arbolado. Se concibe como lugar de desahogo urbano, abierto a la ciudad y como parte del museo destinada a exponer piezas y a otras manifestaciones artísticas o museísticas. El centro inició su actividad en mayo de 1996.

Los fondos

Sus colecciones se centran en el arte más actual, desde la década de los años ochenta, abiertas a todos los lenguajes plásticos, y con exclusividad por el arte español, extremeño, portugués e iberoamericano.

Abarcan la pintura, la escultura, la fotografía, cualquier tipo de instalaciones, y ls producciones audiovisuales.

Los fondos permanentes de arte extremeño ocupan las plantas circulares del panóptico, donde se pueden ver obras de Timoteo Pérez Rubio, Godofredo Ortega Muñoz, Juan Barjola, Wolf Vostell, Gastón Orellana, Angel Duarte, Luis Canelo, Mon Montoya, Juan José Narbón, y el escultor Rufino Mesa, entre otros.

La sección dedicada a artistas españoles incluye obras claves de artistas como Miquel Navarro, Eva Loots, Susana Lozano, Juan Muñoz, Adolfo Schlosser, Fernando Sinaga, Pedro Irazu, Juan Navarro, Baldeweg, José María Sicilia, Juan Uslé, o las fotografías de Javier Vallhonrat.

Entre los portugueses posee creaciones de artistas de reconocido prestigio internacional y otros protagonistas de la renovación estética y plástica en su país, entre ellos cabe citar a Juliao Sarmiento, Leonel Moura, Jorge Molder, Alberto Carneiro, Alvaro Lapa, José Pedro Croft, José de Guimar es.

Respecto a la colección iberoamericana de arte actual puede considerarse como la más importante de Europa, con representación de artistas de Argentina, México, Brasil, Cuba, Chile, Nicaragua, entre otros países. Artistas que viven dentro y fuera de Iberoamérica, representantes de diferentes técnicas (dibujo, pintura, fotografía, vídeo, diversas instalaciones). Como ejemplo, estos nombres: Guillermo Kuitca, Saint Clair Cemin, Mario Cravo Neto, Julio Le Parc, Manuel Ocampo, Fernando Maza, Antonio Seguí, Alfredo Jaar, Juan Dávila, José Gamarra, José Bedia o Ray Smith.

Finalmente, en los espacios externos también se pueden admirar obras utilizándose como ámbito expositivo abierto y en conexión con la ciudad.