Las películas de alto contenido violento no son en sí mismas causa directa de matanzas o asesinatos en serie, sino una fuente de alimentación de las fantasías infantiles de los psicópatas y esquizofrénicos que las cometen, según el director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, José Sanmartín.

Este experto, catedrático de Lógica de la Universidad de València, se refirió así a la acusación que reciben determinados largometrajes y repertorios musicales, "sobre todo desde los conservadores estadounidenses", para intentar justificar la comisión de delitos de gran trascendencia mediática y puso como ejemplos Matrix , en 1999 para el caso del instituto Columbine (con 15 muertos).