No hay carreras como las de Manel, un grupo que comenzó, una década atrás, heredando modos folk ukelele en mano y que ha alcanzado un estatus de artista imprevisible, ahora con apetito por la electrónica y los ritmos afrolatinos. Jo competeixo (2016), ya avistaba esos territorios, Per la bona gent ahonda en ellos incorporando el lenguaje del sample en su construcción de desafiantes canciones pop.