La Salamanca de los años 50, trasunto de la ciudad de provincias de Entre visillos (que mañana ofrece EL PERIODICO en su colección de Las Mejores Novelas en Castellano del Siglo XX) es un microcosmos de cualquier población de aquella época de la dictadura.

Literatura de su tiempo, con ella Carmen Martín Gaite ganaba el premio Nadal en 1957 y engrosaba la nómina de una generación de escritores que renovaron en esa década la literatura española. Gaite había debutado como escrita tres años antes con la novela corta El balneario , premiada con el Café Gijón.

"A mí lo que me gusta es escribir", declaró en una entrevista. Y a ello se aplicó durante toda su vida. Fue una trabajadora nata de cuyas manos salieron no sólo novelas, sino ensayos, relatos, guiones para televisión (como la celebrada Teresa de Jesús ) y tradujo la obra de autores como Flaubert, Virginia Woolf, Natalia Ginzburg y las hermanas Brontë.

Nacida en 1925 en Salamanca, se licenció en Filosofía y Letras en la universidad de esta ciudad, donde conoció a Ignacio Aldecoa y a Agustín García Calvo. Allí llegó a participar como actriz en varias obras teatrales y colaboró en varias revistas. En 1950 viaja a Madrid y contacta con la nómina de los principales autores de su generación: Alfonso Sastre, Juan Benet, Jesús Fernández Santos y Rafael Sánchez Ferlosio, con quien se casó en 1954. Su trayectoria es un ejemplo de constancia y amor la literatura, que encontró el reconocimiento de la crítica y el público.