La última salida de tono de Pete Doherty ha hecho que el cantante tenga que estar controlado por un guardia del centro de desintoxicación en el que está ingresado. Según el Daily Mirror, Doherty perdió el control, agredió a una enfermera y destrozó su habitación. "No quiero estar aquí, ya he tenido suficiente", gritaba. Los enfermeros le amenazaron con sedarlo. El cantante de Keane, Tom Chaplin, también fue ingresado en este centro.