Dorantes (Lebrija, 1969, pianista de formación clásica pero flamenco por los cuatro costados, sigue avanzando en ese enorme proyecto que traslada a la música sinfónica, con coro jondo, la historia de la primera vuelta al mundo iniciada por Fernando de Magallanes (1480-1521) y culminada por Juan Sebastián Elcano (1476-1526). El aclamado artista sevillano acaba de estrenar el vídeo La guerra, la nueva entrega de esta ambiciosa obra sinfónica y jonda: La roda del viento. Este cuarto movimiento, que sigue a los ya publicados on line, se detiene en el conflicto que acabó con la vida de Magallanes en Filipinas en la isla de Mactán tras inmiscuirse en un conflicto tribal.

Las imágenes creadas por el valenciano Sergi Palau para el videoclip evocan esos mares lejanos a partir de cartas náuticas antiguas y retratos de los protagonistas que, al poco de aparecer, se van diluyendo. La música, evocadora en determinados momentos, dramática en otros pero siempre muy poética, inspira esta creación singular.

Dorantes tiene un don especial para crear magia, ya sea como intérprete de piano o como compositor. «Intentaremos presentar el disco lo más pronto posible», afirma por teléfono.

Además de los 50 minutos de creación sinfónica-coral, ofrecerá con el cedé de La roda del viento un libreto bien documentado sobre la peripecia que supuso esa gran aventura náutica realizada hace 500 años. «La música sigue el devenir de esas cinco naves que partieron de Sevilla. El último movimiento que falta por lanzar se centra en la última etapa del viaje, en el regreso capitaneado por Elcano, que tomó el relevo de Magallanes y culminó el viaje».

Estirpe flamenca

La Bienal de Sevilla del 2018 sirvió de plataforma de lanzamiento de un boceto de esta ambiciosa gesta que Dorantes ha ido puliendo en su estudio con mucho mimo. «Es lo más bestia que he hecho hasta ahora. Quise crear las texturas orquestales diferentes», asegura el descendiente de una potente estirpe flamenca. El pianista, hijo de Pedro Peña, nieto de María la Perrata y sobrino de Juan Peña El Lebrijano, ha desarrollado también un interesante el trabajo del coro en esta obra, formado únicamente por voces flamencas. «Son cantaores de la Fundación Cristina Heeren de Sevilla. La partitura es para orquesta, voces jondas, piano y percusión». En este último apartado, algunas son de lo más curioso. «He utilizado un montón de materiales de cocina», explica Dorantes. Aunque también ha usado «instrumentos de percusión» que tiene en el estudio.

Todo, con el piano bailando con la orquesta, ofrece una mirada artística y sonora muy particular, diferente a todo. Otra manera de circunvalar por mar la Tierra que tampoco estuvo exenta de riesgos. «Nunca había compuesto nada tan grande», admite el pianista, que destaca el apoyo que tuvo de Isidro Suárez, su aliado en la percusión flamenca. «A diferencia de mis otros discos, en este he estado al servicio de una historia, desarrollando el concepto, elaborando un mundo armónico muy especial, donde hay momentos instrumentales y habrá momentos para la improvisación en el directo».

En ella logra amasar el compás flamenco con su querencia por la música de Arvö Part, Bela Bartók, Eliott Carter, Stravinsky, Ravel y Debussy. Al jazz, su otra pasión, le dedicará su próximo disco, que grabará con el conjunto turco Taksim Trio.

De no haber existido el covid-19, el plan era presentar esta gran obra en concierto en diferentes lugares, empezando por Madrid el pasado marzo. «Todo se ha retrasado, pero la idea es empezar a hacer conciertos para presentar el disco en directo a final de año». Viajará con una versión más reducida: 21 músicos de orquesta, 12 de coro, un solista de percusión y él, al piano, capitaneando la nave.